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De la cosecha a la cata: ¿Tolerable o Intolerable? (Parte 3)

Tercera parte de esta serie de artículos de José T. Gallego. ¿Cómo discernir entre la buena y la mala cosecha?

Tercera parte de esta serie de artículos de José T. Gallego. ¿Cómo discernir entre la buena y la mala cosecha?

¿Tolerable o intolerable?

En los últimos meses he visto algunas muestras de cannabis francamente malas que provenían de clubs de consumidores: inmaduras, sobreabonadas, cargadas de plagas o, casi peor, de insecticidas. No es la norma, ya que muchos clubes disponen de material de una gran calidad, cultivado con mimo y secado en su punto justo, que cuidan con esmero para el disfrute de los socios. Sin embargo, ni todo el monte es orégano ni todos los cogollos iguales. Hay que seguir ciertas pautas para obtener el mejor producto: los cultivadores deben aplicarlas y los consumidores exigirlas. Los clubes de consumidores se basan en el concepto del autocultivo compartido entre los socios, es su condición de asociaciones de usuarios que se unen para producir juntos cannabis para su propio consumo, lo que permite su existencia legal y debería guiar su forma de funcionar. Cada socio tiene derecho a exigir que el cannabis dispensado por el club se cultive de manera responsable, buscando obtener un producto de calidad sin emplear productos tóxicos.

Cata Corta 5
Las torres de secado permiten acelerar el proceso y ocupan poco espacio cuando no están en uso.

Los tres errores o imprudencias más comunes que cometen los cultivadores que solo buscan el beneficio inmediato y carecen de escrúpulos o de conocimientos suelen ser los siguientes:

Cosechar las plantas cuando aún no han acabado de madurar. Los cogollos están más o menos formados desde varias semanas antes del momento óptimo de cosecha, pero la mayor producción de resina y cannabinoides no sucede hasta el último momento. Las dos o tres últimas semanas antes de cortar son las más importantes para que se alcance el máximo nivel de THC. Si se cortan varias semanas antes de tiempo, los cogollos huelen a “césped cortado y son poco psicoactivos. ¿Por qué cortan antes de tiempo algunos cultivadores si el resultado es malo? Muchas veces lo hacen porque las plagas o los hongos están empezando a ganarles la batalla y antes de perder la cosecha prefieren recogerla inmadura. Otras, por simple impaciencia, para convertir antes su inversión en dinero. Los cogollos recogidos muy temprano se reconocen por el olor vegetal poco aromático, una mayoría de flores poco hinchadas y resinadas y la presencia abundante de estigmas blancos, que no habían madurado aún cuando se cortó la planta.

Abonarlas hasta el último día impidiendo que los tejidos eliminen las reservas de nutrientes. El exceso de nutrientes acumulados en los tejidos no aumenta la producción del cultivo ni mejora la cosecha; lo que sucede es que cuando se fuma el cannabis estos minerales se convierten en sustancias irritantes que hacen toser, empeoran claramente el sabor del cogollo y posiblemente sean perjudiciales para el organismo. Al contrario de lo que algunos consumidores inexpertos opinan, la hierba más potente no es la que destroza la garganta sino la que contiene una mayor cantidad de THC y permite que el usuario lo ingiera sin incomodidad.

Fumigarlas con insecticidas y otros pesticidas tóxicos. Seguramente es el peor de los tres errores y el que puede llegar a tener mayores consecuencias sobre la salud de quien consume esos cogollos. La mayoría de los pesticidas pueden resultar tóxicos si no se respetan las indicaciones de la etiqueta en cuanto a dosificación y plazos de seguridad. Algunos de los insecticidas utilizados por cultivadores sin escrúpulos ni siquiera están pensados para plantas comestibles y si los aplicaran sobre cualquier otro cultivo agrícola destinado al consumo humano podrían tener graves problemas con la ley, pero, como el gobierno considera el cannabis como un cultivo ilegal y no hay ninguna normativa que regule los pesticidas que se pueden emplear, los consumidores corren un riesgo claro derivado de la prohibición.

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