En el municipio de Sant Joan de Labritja, ubicado en Ibiza, en la comunidad autónoma de Islas Baleares, la policía local realizaba varias batidas por la zona rural con el objetivo de proteger el medio ambiente y evitar las acampadas ilegales, las cuales suelen aumentar durante el verano. Sin embargo, las fuerzas de seguridad tuvieron un sorprendente hallazgo. En el terreno encontraron al menos diez macetas que tenían plantas de cannabis en pleno crecimiento.
Según el reporte de las fuerzas de seguridad, las plantas fueron retiradas del lugar y después estuvieron custodiadas en el destacamento local algunas horas hasta que llegó la orden judicial de destruirlas. Hasta el momento, la policía no ha encontrado ni siquiera pistas de quienes podrían ser los dueños de las plantas que se encontraron en medio del bosque de Sant Joan. En el operativo también estuvieron presentes efectivos de la Guardia Nacional de la mencionada localidad.
Si bien todavía no se identificó a los dueños del cannabis encontrado, y posteriormente destruido, los registros fotográficos de la policía dan cuenta que se trataban de plantas en estado vegetativo. No tenían más de 50 centímetros de alto y estaban depositadas en macetas con sustrato, escondidas en medio del bosque. Esta práctica se la conoce como cultivo de guerrilla. Ante la imposibilidad o riesgo que implica tener una producción de cannabis en un domicilio, algunos cultivadores optan por utilizar la propia naturaleza. Esto significa que se deben poner plantas en un lugar escondido, tanto para evitar ser encontradas por la policía, como por otra persona que pueda robarlas. Luego, periódicamente, se las visita para hacer todos los trabajos necesarios, hasta el momento de la cosecha. Incluso, existen cultivadores que también guardan las flores en otro escondite.
El cultivo de guerrilla es una técnica que puede reducir los riesgos de una intervención policial en un domicilio. Sin embargo, también existen altas posibilidades que la producción sea robada.