La operación “Chulengo” se llevó a cabo en la localidad de Puerto Serrano, en la provincia de Cádiz. Los policías pensaban acceder a diez viviendas con una orden judicial motivada por la sospecha de que se estaban llevado a cabo cultivos ilegales de marihuana.
Sin embargo, las diez intervenciones permitieron a los agentes descubrir otras plantaciones en los patios de las casas colindantes, por lo que, al final, la operación se cerró con nueve registros más de los previstos inicialmente. En total la policía incautó 5500 plantas en 22 zonas de cultivo repartidas entre 19 viviendas, según la información publicada por El País.
La Guardia Civil inició la investigación debido a la presencia de varios coches de alta gama, que contrastaban con la capacidad adquisitiva media de la zona. También los constantes cortes de luz, y el elevado gasto en electricidad (según la Guardia Civil el conjunto de viviendas consumía más que el hospital comarcal) motivaron la investigación.
Según ha publicado El País, las plantaciones eran impulsadas bajo la dirección del Piño, un traficante de la zona propietario de los coches de alta gama que tras la operación policial entró en prisión preventiva. La madre del Piño amenazó públicamente a los vecinos por haber delatado a su hijo a través de un vídeo publicado en Facebook, y también agredió al alcalde de la localidad y amenazó a un guardia civil, por lo que también acabó siendo detenida.