Según explica el doctor Carlos Goicoechea, catedrático de Farmacología en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y secretario de la Sociedad Madrileña del Dolor, en unas jornadas tituladas 'Cannabis medicinal en el control del dolor crónico', organizadas por el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM) para abordar la situación actual de la aplicación terapéutica del cannabis y sus derivados, la combinación de morfina y cannabidiol aumentan “enormemente” el efecto analgésico en tratamientos experimentales efectuados sobre ratones. Goicoechea presentó investigaciones que ponen de manifiesto igualmente que la combinación de THC y CBD también puede ver incrementado su poder analgésico.
“Los cannabinoides son también útiles en pacientes que no toleran algunos fármacos estándar. Sobre todo, mejoran su calidad de vida, a través de incrementar el apetito, su efecto analgésico o reducir el estrés, entre otras. Son efectos pequeños pero que, combinados, pueden enriquecer esa calidad de vida”, comentó al respecto Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid.
Las investigaciones experimentales se están desarrollando, actualmente, sobre animales, como recordó Goicoechea: “Hay muchos grupos de investigadores en el mundo que están investigando el uso de cannabinoides en el dolor animal, aunque todavía no tenemos la molécula clave”, señaló el especialista. Pero la palma parece llevársela el uso conjunto de CBD y morfina. “El cannabidiol es el futuro, hacia donde vamos ahora. Reduce el consumo de opioides y multiplica el efecto analgésico en dolores tanto agudos como crónicos”, concluyó.