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La policía confunde CBD con marihuana y sus envases con bolsas de chuches

Fiscalía y Guardia Civil podrían haber mezclado churras con merinas en una operación contra una empresa de CBD. 

La Guardia Civil y la Fiscalía podrían haber confundido de nuevo el cáñamo con la marihuana en una gran operación contra una empresa de productos de cannabis anunciados como no psicoactivos. En la operación, coordinada desde la fiscalía de Almería, se han inspeccionado más de dos centenares de establecimientos de 31 provincias, se han practicado cuatro registros en Granada y Valencia y se ha intervenido una empresa granadina. Hay nueve personas detenidas y 147 investigadas.

La Guardia Civil ha presentado la operación como el desmantelamiento de “una organización criminal dedicada a la infraestructura, producción, distribución y venta de productos derivados del cannabis [que] se envasaban simulando una apariencia legal dentro de la cadena de productos de alimentación con envoltorios muy atractivos, algunos de ellos con apariencia de golosinas”. 

Sin embargo, la empresa intervenida se anuncia de forma pública como un productor legal de cogollos de CBD extraídos del cáñamo, y podría tratarse de una empresa que cumple con la legalidad. En anteriores ocasiones se han producido operaciones contra empresas legales de cáñamo industrial y CBD basadas únicamente en la interpretación que hace la Fiscalía sobre los cogollos del cáñamo, que afirma que estos son siempre ilegales, aunque no lleven THC. Pero esta interpretación ha sido puesta en cuestión por la Comisión Europea, por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y por varios jueces españoles. 

En la operación se ha intervenido cerca de dos toneladas de cogollos de cannabis, más de 100 plantas, 12 kg de algo que la Guardia Civil ha llamado “picadura de hachís”, más de cinco kilos de resina de hachís, y otros bienes decomisados a las personas investigadas, entre ellos dos vehículos, cerca de 20.000 euros en efectivo y otros 51.000 euros inmovilizados en una cuenta bancaria a disposición judicial. 

La operación se inició a raíz de varias investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil en Almería tras tener conocimiento de que en diferentes establecimientos de la provincia se estaban comercializando productos derivados del cannabis con apariencia legal. Continuando con las investigaciones, los agentes pudieron determinar que se estaban vendiendo productos derivados del cannabis para el consumo humano en establecimientos tipo tiendas de nutrición deportiva, Growshop, expendedurías de tabaco e incluso estaciones de servicio, como productos de uso ornamental. Será un juez quien determine si la actividad de la empresa, sus productos y la venta en establecimientos contraviene alguna ley. 

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