Si uno quiere ser un cannacultor de primera mejor será que aprenda a diferenciar las variedades estándar de las autoflorecientes o de estas variedades tan especiales: las rápidas.
Una “rápida” (quick strain) es una variedad feminizada cuyo florecimiento se produce entre una o dos semanas antes que una variedad “normal”. Esto significa, en principio, que van a estar menos expuestas a los peligros del entorno y, por tanto, dar sus frutos sin el peligro de que se pierdan.
Por lo general no son autoflorecientes y, como hemos dicho, son feminizadas. Sin embargo, algunos cannacultores pueden pensar que, de hecho, existen variedades autoflorecientes que también son rápidas. ¿Por qué renunciar a este tipo de variedades por otra que no lo sea?
Al ser feminizadas garantizan flores de cannabis y no polen (y, por tanto, cogollos). Estas variedades se producen al cruzar una autofloreciente (por lo general de crecimiento rápido) con una feminizada que sea dependiente de la luz para florecer. El resultado es una planta feminizada de la que no se puede decir que sea auto pero que crece a la velocidad de una auto.
La ventaja de las rápidas feminizadas (si sabes controlar los ciclos de luz / oscuridad para que estas no se queden agostadas en estado vegetativo) es que uno tiene las propiedades de las auto pero que pueden adaptarse a tus propias necesidades de cannacultor.