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Sucedió una conversación urgente en Madrid: la relación entre la policía y las drogas

Por segunda vez en España, se organizó un encuentro para terminar con la prohibición desde las propias fuerzas de seguridad.

Un grupo de académicos, funcionarios judiciales, ex agentes de las fuerzas de seguridad y activistas se encontraron el pasado viernes en el Ateneo de Madrid para dar una conversación urgente: la relación entre la policía y las drogas. Entre todos los asistentes no solo se coincidió en la necesidad de avanzar en diferentes regulaciones para las sustancias hoy prohibidas, sino que también se detalló cuáles son los daños que genera la prohibición en todo el mundo. 

El evento fue organizado por Law Enforcement Action Partnershop (LEAP), una asociación internacional de policías que están a favor de la regulación de las drogas. Se trató de la segunda vez que se realizó en España, luego de su edición el año anterior en Barcelona. La apertura estuvo a cargo de Neil Woods, presidente del mencionado grupo en Europa y ex agente secreto en el Reino Unido. Durante una ponencia que superó la hora de duración, Woods habló sobre el impacto negativo que tiene la Guerra contra las Drogas sobre el medio ambiente y cómo los psicodélicos pueden ayudar al tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático en las fuerzas se seguridad. 

“Si se legalizan las drogas, no solo vamos a diezmar el crimen desorganizándolo. Sino que además vamos a desfinanciar otras actividades que dañan el medio ambiente”, dijo Woods. En este caso, el presidente de LEAP Europa se refirió a la producción de cocaína en países sudamericanos donde los cárteles del narcotráfico desmontan la selva del Amazonas para instalar laboratorios clandestinos. Para Woods, la estrategia bélica para combatir los grupos del crimen organizado solo agrava el problema. “Lo que pasa con estas operaciones es cambiar la estructura del mercado, pero no su tamaño. El mecanismo de la policía no lo reduce”, aseguró.

Sucedió una conversación urgente en Madrid: la relación entre la policía y las drogas

Woods también contó que la política de la prohibición también genera daños en la salud mental de los policías que deben practicarla. “En EEUU, hay un montón de traumas y el 25% tiene Estrés Postraumático”, asegura sobre los comportamientos, como la violencia desmedida en las intervenciones, que después generan una desconfianza de la ciudadanía. Por eso, dijo que “los mejores tratamientos al Estrés Postraumático son las drogas ilegales, como los psicodélicos y el MDMA”. 

En el panel de “Herramientas de Criminalización”, se repasó cómo el Estado aprovecha la prohibición para recaudar dinero. Javier Raboso, de la organización “No Somos Delito”, contó que, gracias a la conocida Ley Mordaza, el año pasado España obtuvo más de 107 millones de euros por el cobro de unas 146 mil multas a usuarios de drogas. En esta mesa también participó Juan José Perea, ex Jefe de la Guardia Civil y autor del libro “Drogotest”, que trata sobre los controles de drogas a los conductores viales. La última de esta exposición estuvo a cargo de Amber Marks, una abogada británica del Centro de Justicia Penal de Queen Mary que ha investigado sobre la ineficacia del uso de perros para la detección de drogas y cómo esto implica un atropello a los derechos básicos de los ciudadanos.

Por último, se realizó el panel “Cuestionando el Sistema Penal”. Allí participaron Xabier Arana, Doctor en Derecho y Máster en Criminología, quien habló sobre el rasco racista que existe en las personas que están presas por delitos relacionados al uso de drogas. También fueron parte el juez José María Asencio, uno de los pocos letrados que se anima a cuestionar el sistema judicial, y Patty Amiguet, referente de la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas, y que enfrentó una causa judicial luego que las fuerzas policiales catalanas descubrieran el cultivo que llevaba adelante para el club que había fundado junto a unos amigos.

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