Lo que diferencia a la Three Monkeys Cup de otras competiciones es, en primer lugar, su carácter abierto y gratuito. A diferencia de certámenes donde la inscripción implica una fuerte inversión económica, aquí no existirá cuota de inscripción, lo que democratiza la participación y abre la puerta a proyectos pequeños, clubes sociales y cultivadores independientes que habitualmente quedan al margen por cuestiones financieras. Este gesto, aparentemente sencillo, puede suponer una verdadera revolución en el sector.
Esta primera Copa no contará con patrocinadores y todo será financiado de forma privada.
La copa contará con tres categorías principales: Flor, Hash y Extracciones (sin especificar tipo). Cada una de ellas podrá reunir hasta un máximo de 67 participantes, un número lo suficientemente amplio como para garantizar diversidad y, al mismo tiempo, mantener un estándar de calidad en la evaluación. Otro aspecto singular es la duración del proceso de valoración: en lugar de concentrarse en un fin de semana, la evaluación se extenderá a lo largo de un mes entero, lo que permite una cata más pausada, objetiva y justa. En un entorno donde la prisa muchas veces eclipsa la experiencia, esta decisión habla de respeto hacia la planta y hacia quienes la cultivan y transforman. Habrán 3 jueces con una experiencia combinada en el consumo de más de 100 años, entre los tres, así como una experiencia combinada en cultivo de más de 50 años.
La dimensión internacional de la copa también es evidente. Tras su debut en 2026, la segunda edición hay intención de realizarla en Tailandia, un país que en los últimos años ha sorprendido al mundo con su apertura hacia la regulación del cannabis. Este movimiento no solo refuerza la vocación global del proyecto, sino que también lo sitúa en el centro de un diálogo cultural y político que va mucho más allá de la simple competición.
En el apartado estético, los trofeos correrán a cargo de Ibba Creations, una firma reconocida por su trabajo artesanal. Empresa Italiana activa desde 1993 dedicada a la joyería por encargo, en 2004 empezó a fabricar cuchillos engastados de un alto nivel cualitativo hasta alcanzar en 2008 el título de Maestro otorgado por la Corporazione Italiana Coltelliani (gremio de cuchilleros italianos), este detalle no es menor: en un contexto donde lo simbólico tiene tanto peso como lo material, entregar un trofeo único y cuidadosamente diseñado se convierte en un acto de reconocimiento hacia la pasión y el esfuerzo de quienes participan.

Las dimensiones del premio son 8,5 x 8,5 x 3 cm, en bronce macizo fundido con esmalte verde caliente, engastado con rubíes reales y bañado en oro de 24 kilates, presentado en una caja de madera. El coste de las piezas asciende a 3000 euros cada una en producirse y ya se pueden ver en el Instagram oficial de la organización.
Más allá de la anécdota, la Three Monkeys Cup se proyecta como un espacio de encuentro y de legitimación cultural. No hablamos solo de quién tiene la mejor flor o la extracción más fina, sino de un punto de convergencia para toda una comunidad global que sigue reclamando su lugar en la sociedad. Este tipo de iniciativas nos recuerdan que la cultura cannábica es diversa, creativa y resiliente, y que necesita seguir construyendo puentes entre diferentes geografías y generaciones.
Desde Barcelona, ciudad con una larga tradición de activismo cannábico, observamos con ilusión la llegada de este nuevo certamen. La Three Monkeys Cup no solo será una competición: será un espejo en el que ver reflejada la madurez de un movimiento que, lejos de agotarse, sigue creciendo y floreciendo.