Un ciudadano argentino, de nombre Francisco Giovanoli, se enfrentaba a una acusación de cultivo por la que ha podido ser condenado hasta a 15 años de cárcel.
Se da la circunstancia de que el uso con fines medicinales del cannabis está aprobado en Argentina desde el 2017, y reglamentado. Sin embargo, el caso de Giovanoli no entraba dentro de lo que tal reglamento contempla como no delito.
Giovanoli, un profesor de 31 años, mantenía un autocultivo en su vivienda para el consumo propio, pero después de la denuncia de un vecino, la policía llegó a su casa y encontró 48 plantas de cannabis. Por esta investigación, el joven se encuentra procesado desde hace cinco años. “Yo no entro en ese registro porque la ley determina que solamente sirve para epilepsia refractaria en niños y jóvenes adultos y yo ya no lo soy, ni padezco ese tipo de epilepsia”, afirma Francisco en referencia al registro legal de usuarios de cannabis.
Como su caso hay más, y aunque la ley no los contempla, el fiscal federal Teodoro Nürnberg, decidió no acusar a Francisco, y los jueces lo absolvieron. “De acuerdo a la circunstancias especialísimas que se daban, correspondía absolver”, afirmó Nürnberg. “En este caso no hay manera de dudar que esas circunstancias deben nutrirse necesariamente de la finalidad medicinal o el paliativo que le dio Givanoli, derivado de una epilepsia que arrastraba de los 6 años, acreditada según los informes médicos”, expuso el fiscal en el juicio. Francisco aseguró que avanzará con un recurso de amparo para poder volver a autocultivar.