Billy Caldwell, de 12 años de edad, obtuvo el alta después de que se le devolviera su tratamiento de cannabis para su severo estado de sus ataques epilépticos.

Ayer os contábamos cómo la madre de Billy, Charlotte Caldwell, pidió una reunión de urgencia con las autoridades británicas para que a Billy se le devolviese el tratamiento de aceite de cannabis que le ayuda con la epilepsia. El gobierno le negó el tratamiento con Tilray porque tiene demasiado THC y se considera que es una droga ilegal de tipo 1, es decir, de las peligrosas.

Esta situación obligó a los Caldwell a viajar hasta Canadá para comprar más medicinas. Al regresar a Inglaterra la medicina fue requisada en la aduana. 4 días después de que se terminaran las dosis que aún poseía Billy sufrió un ataque tan fuerte que tuvo que ser ingresado en de urgencia en un hospital e incluso se temió por su vida.

Gracias a la insistencia de la madre el gobierno cedió y este pasado sábado permitió a Billy tomar su medicina mientras tramitan una petición de uso de ese medicamento que puede tardar más de seis meses en llegar. Ayer lunes se le dio de alta.

“Exigiré que sea el Departamento de salud y no la Oficina de asuntos locales la que se haga cargo de la responsabilidad de que pueda acceder a la medicación”, dice Charlotte Caldwell. La Oficina de asuntos locales fue la que le quitó el permiso que el Departamento de salud le había garantizado.