Según un reporte del Journal of Emergency Medicine, un hospital de los Estados Unidos confundió los síntomas de una intoxicación por consumo de cannabis con un ataque al corazón en una persona de avanzada edad.
Como se trata de un caso médico real del que no se ha querido que trascienden las identidades, poco podemos decir de la anciana afectada o del hospital que cometió el error, el cual, afortunadamente, no acabó mal para ninguna de las partes.
Según se describe en el artículo, la anciana dejó el centro de asistencia donde estaba para dirigirse al hospital después de que sintiese debilidad en los brazos y en las piernas y dificultad al hablar. Pese a que inicialmente se pensó en un ataque al corazón el caso es que esto se produjo por un comestible con THC.
Si las cosa fue bien se debió a que los médicos que la trataron decidieron esperar el tiempo suficiente antes de activar el protocolo de ataque al corazón mediante el cual la paciente hubiera sido tratada con potentes fármacos que tal vez la hubiesen llevado a la tumba.
Según se pudo reconstruir después de que pasase el susto, la mujer comió en el centro donde reside una galleta que, tal y como describe su marido, se la dio una pareja que él considera de “carácter cuestionable”. Todo apunta a que la galleta estaba infundida con THC porque, en efecto, las pruebas encontraron una cantidad bastante alta de esta sustancia en la anciana.
Lo que un caso como este pone sobre la mesa es la necesidad de establecer nuevos protocolos médicos ante una nueva realidad en los EE.UU así como en otros lugares donde la regulación de la marihuana es ya un hecho: evitar la confusión de diagnósticos basados en la edad del paciente.