No se trata solo de que el consumo entre niños y adolescentes se mantenga igual en los estados de los EE.UU. donde se ha legalizado el cannabis para adultos, sino que en términos generales el consumo en esa franja de edad cae poco a poco.
Ante un hecho tan innegable, y con los datos en la mano, las fuerzas federales de los EE.UU. al cargo de la “lucha contra las drogas” no han podido sino reconocer que el consumo se reduce cuando se legaliza. Justo lo contrario de lo que se venía diciendo hasta ahora.
Por ejemplo, los jóvenes de Colorado son los que más consumen cannabis de todo el territorio estadounidense. Sin embargo, con los datos en la mano, su tasa de uso de marihuana disminuyó en un 15,8% de 2013 a 2018. Si nos vamos a la media del país, los estados “legales” han visto reducir el consumo de cannabis entre niños y adolescentes en un 8,2% entre 2013 y 2018.
Los agentes del estado han tratado de darle la vuelta a esto diciendo que, en efecto, la percepción general en los estados legales sobre el perjuicio del cannabis se ha reducido considerablemente en estos últimos años. Por lo general, cuando algo se ve como poco peligroso uno tiende a usarlo, y si es un producto, se consume más. Pero esto no es correcto: no aumentó el uso entre los jóvenes aunque los adultos consideren que es menos peligrosa de lo que pensaban.
Desde la Casa Blanca hacen oídos sordos y comentan que “algo de esto se han enterado”, pero que “son más rumores que otra cosa”.
Los investigadores aún no han identificado una explicación concluyente para la disminución del consumo de cannabis en adolescentes. Se cree que el aumento de la regulación y los límites de edad en las compras legales de marihuana son un elemento de disuasión más efectivo para el uso de marihuana en adolescentes que la prohibición total. Otros investigadores han teorizado que la desestigmatización de la weed ha reducido su atractivo. Los adolescentes que tradicionalmente han usado cannabis para rebelarse contra sus padres u otras autoridades también pueden haber perdido interés ahora que la marihuana es más socialmente aceptable.