Hasta 40 niños en Reino Unido con algún tipo de epilepsia severa resistente a tratamiento están a punto de quedarse sin suministros de cannabis medicinal para paliar su enfermedad. La ejecución del Brexit está dejando desabastecidas a las familias que conseguían preparados a base de cannabis importados desde Países Bajos a través de una receta del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido.
El diario The Guardian ha publicado la historia de la madre de un niño de nueve años con un tipo de epilepsia resistente a tratamiento que teme por la vida cuando se quede sin tratamiento. Su caso fue el primero que logró una receta para importar un preparado de la empresa holandesa Bedrocan en 2018. El niño recibía Bedrolite, uno de los productos estandarizados de cannabis que ofrece la empresa, que en su caso es el que mejor le funciona.
La ley holandesa prohíbe la exportación de algunos productos de cannabis medicinal y aunque anteriormente se permitía la dispensación con recetas del Reino Unido, esto se ha acabado tras el Brexit, pues no ha habido ningún acuerdo sobre reconocimiento mutuo de recetas entre el Reino Unido y la UE. En un primer momento el Departamento de Salud y Asistencia Social de Reino Unido dijo a las familias que existen otras opciones de tratamientos con cannabis en Reino Unido, pero las protestas de las familias, activistas y profesionales sanitarios han llevado al Departamento de Salud a decir que buscarán alguna otra solución.
El neurólogo Mike Barnes, quien ha apoyado la causa de las familias desde 2017, acusó al Departamento de Salud y Asistencia Social de Reino Unido de “un asombroso nivel de ignorancia” por pensar que todos los productos de cannabis son iguales. El neurólogo recordó que hay 147 cannabinoides con concentraciones diferentes en cada planta, además de terpenos que crean propiedades médicas muy específicas. "Cada variedad de cannabis es sutilmente diferente y no se puede simplemente cambiar a un niño de un producto a otro", dijo a The Guardian.
“Me enfrento al hecho de que mi hijo podría volver a sufrir ataques epilépticos de los que pueden matar a la gente. Así de peligroso es esto. Entonces, decir ‘oh, puede cambiarlo por otro producto, lo siento, no podemos ayuda’ es inaceptable. Es muy, muy peligroso y estoy muy asustada por lo que va a pasar”, dijo la madre entrevistada.