Los detractores de la regulación del cannabis sostienen a menudo que una legalización provocaría un aumento del consumo. Sin embargo, cada vez más datos demuestran lo contrario. El último ejemplo ha sucedido en Uruguay. Este país, que hace más de una década se convirtió en el primero del mundo en abandonar la prohibición de la planta, ha revelado que el uso de la marihuana ha disminuido en los últimos seis años. Así lo asegura la VIII Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Población General que fue publicada días atrás.
Según la encuesta, unas 227 mil personas entre 15 y 65 años fumaron cannabis en los últimos doce meses. Esto significa un 12,3% de la población analizada y representa un descenso significativo con respecto a la edición anterior del estudio, sucedida en 2018. En aquel entonces, las estadísticas mostraron que un 14,6% había usado marihuana en el último año. También hubo un descenso de las personas que consumieron cannabis el último mes, pasando de un 8,9% a un 7,7%.
La legalización también ha logrado retardar el inicio del consumo de cannabis. En 2011, dos años antes de la legalización, los jóvenes que probaban marihuana tenían un promedio de 18,3 años. Ahora, la edad se encuentra en 20,1 años.
Sin embargo, se percibió un aumento de las personas que probaron marihuana al menos una vez en su vida. Mientras que en 2018 la cifra se encontraba en un 30,2%, la última edición de la encuesta alcanzó a un 32,9% de la población estudiada. En este sentido, el Observatorio Uruguayo de Drogas destacó que el 37% de los que han consumido cannabis alguna vez en su vida, solamente poco más de un tercio lo volvió una práctica habitual. “El 73% restante puede considerarse exconsumidor”, sostuvieron en diálogo con el medio Búsqueda.