Un nuevo estudio de la Universidad de Sidney concluye que los productos cannábicos que son más efectivos contra algunas epilepsias severas contienen una cantidad mucho más alta de THC que de CBD.

El estudio se ha realizado mediante datos extraídos de las ventas en el mercado negro de Australia y asegura encontrar una relación entre el THC y la mejora en los pacientes con epilepsias del tipo Síndrome de Dravet. Esta epilepsia, por cierto, es con la que mejor se ha demostrado que el cannabis funciona (sea con más o menos diferencia entre THC y CBD).

El estudio ha tenido en cuenta a 51 familias que tratan a sus hijos de manera “clandestina” con marihuana del mercado negro. Tres cuartas partes de los padres encuestados aseguran que el tratamiento funciona y casi todos opinan que el uso del cannabis reduce la dependencia a los medicamentos que les recetan para la dolencia (o necesitan menos medicamentos). En general se reporta un reducción de entre el 75 y el 100% de las convulsiones cuando usan cannabis.

Al pasar por microscopio al cannabis de estas familias se encontró que la mayor parte de las plantas tenían una baja cantidad de CBD comparado con el THC y el THCA del que van cargadas, lo que hace pensar que el THC es el verdadero componente anti-convulsiones. Tanto el Epidolex como otras medicinas basadas en cannabis reducen considerablemente la cantidad de THC con respecto a CBD y, según las personas que lo usan, también funciona. Pero esto no puede ser, aquí existe una contradicción tremenda entre ambos datos y uno de los dos debe ser erróneo.

Los padres buscan cannabis en el mercado negro ya que consideran al Epidolex como mucho menos efectivo que el cannabis que se vende con más cantidad de THC que la permitida por el gobierno australiano. Posiblemente hay que atender a eso: el THC es más efectivo. ¿Será el THC el que salve a los niños de la epilepsia?