El que fuese presidente de los EE.UU. durante un tiempo convulso en transición desde el mentiroso Nixon y hasta el neoconservadurismo de Ronald Raegan, Jimmy Carter, participó en un documental en el que cuenta cómo fue su legislatura. Una de las anécdotas que cuenta es la de cuando Willie Nelson le pegó a la lejía en el tejado de la Casa Blanca.
Fue Willie Nelson, en su biografía, quien contó que en la visita que hizo a la Casa Blanca durante el tiempo de Carter, acabó fumando un poco de weed con uno de los “sirvientes”. Ha sido ahora, cuarenta años después de ese evento, que Carter desvela que ese sirviente no fue otro que su propio hijo, Chip Carter.
“Cuando Willie Nelson escribió su autobiografía, confesó que fumó marihuana en la Casa Blanca y dice que su compañero era uno de los sirvientes”, dice Carter. "En realidad fue uno de mis hijos".
La mayor parte de los estadounidenses no tienen buen recuerdo (o ninguno en absoluto) de Carter. Fue un presidente de una sola legislatura que metió poco ruido. Quedó eclipsado en el sándwich de presidentes oscuros que tuvieron un peso mucho mayor en la historia de los EE.UU. El caso es que Carter tenía muy buenas relaciones con la gente de la industria de la música, suponemos que por intereses personales (era muy amigo de Bob Dylan), e invitaba de vez en cuando a estas estrellas de la música americana a la Casa Blanca.
En su libro de 1988, Nelson describió el momento de la fumada: “sentarse en el techo de la Casa Blanca en Washington DC, a altas horas de la noche, con una cerveza en una mano y un Austin Torpedo gordo en la otra… Mi compañero en el tejado me estaba señalando las vistas y el diseño de cómo funcionan las calles en Washington”, escribió sin desvelar quién le acompañó. "Dejé que la hierba me cubriera con una agradable nube ... supongo que el techo de la Casa Blanca es el lugar más seguro para fumar marihuana".
En su biografía del 2015 añade algo más sobre el asunto: "Si te colocas en el techo de la Casa Blanca, no puedes evitar volverte hacia adentro", escribió Nelson. "Ciertas preguntas filosóficas me vinieron a la mente, como ... ¿Cómo coño llegué hasta aquí?"
La administración Carter fue la primera que movió ficha para descriminalizar la marihuana, pero no se logró ni el más mínimo cambio. Después llegaría Nancy Raegan y el “di no a las drogas” en la época más oscura del consumo en la América neocon. Las políticas antidroga caerían sobre todo el país con mano de hierro.
En 2011, Carter escribió un artículo de opinión para The New York Times en el que criticaba la llamada “Guerra contra las drogas” y afirmaba que las políticas de drogas de Estados Unidos "son más punitivas y contraproducentes que en otras democracias, y han provocado una explosión en la población de las cárceles". Sigue teniendo razón.