Por si no tuvieran suficiente fuego con los incendios, las autoridades de California han quemado marihuana por valor de unos 1.000 millones de dólares.
La oficina del Sheriff de Kern County, con ayuda del FBI y el Departamento de California de pescados y vida animal (en serio, se llama así), han ejecutado 11 órdenes judiciales en hasta 11 campos al norte de Los Ángeles, en la zona de Irvin.
En unos 459 acres de tierra las autoridades han destruido sobre 10 millones de plantas de marihuana. Esas plantas hubieran tenido en el mercado un valor aproximado de 1.000 millones de dólares.
Estos campos se supone que producían cáñamo industrial pero las autoridades no están de acuerdo: “Estos campos de marihuana ilegítimos operaban como si fuera producción legal de cáñamo”, comentan desde la oficina del sheriff. Según la Food and Agricultural Code and Health and Safety Code el cáñamo industrial en los EE.UU debe tener menos de 0.3% THC.
Los test demostraron que el THC era mucho mayor del que se permite en un cultivo lícito. Estas operaciones demuestran lo vivo que sigue estando el mercado negro en California pese a que sea uno de los lugares donde la regulación está funcionando a la perfección. Canadá sufre el mismo problema y se estima que el mercado ilegal sigue acaparando casi un 80% de las transacciones con cannabis.