Los abuelos y abuelas estadounidenses parecen estar tomando conciencia de los beneficios que la marihuana puede tener para su salud.
Todos los que tengamos familiares de la tercera edad sabremos lo que supone el uso diario de varios tipos de pastillas. Pues en California muchos ancianos se están interesando por los posibles usos sustitutivos de la maría. “Llegan en tropel con curiosidad e interés, buscando alivio del dolor y problemas de sueño”, explicó Marta Macbeth, que trabaja en una consultora especializada en la tercera edad. “Algunos ancianos toman 20 pastillas diferentes al día y muchas veces estas drogas tienen un impacto”, destacó Beverly Potter, autora de Cannabis for Seniors, un libro que pretende orientar a los ancianos en el mundo de estos nuevos medicamentos y en el que se habla con firmeza de la posibilidad de que el cannabis sea la alternativa a los analgésicos tradicionales o a los medicamentos para dormir, que pueden provocar en los pacientes úlceras o adicción. “Comienza con poco y ve despacio” es el consejo que Potter da a los interesados. “Me dicen: ‘Solo quiero poder trabajar en el jardín sin que me duelan las rodillas’”, indicó Barbara Blaser, de 72 años y jefa de servicios médicos en un dispensario en el norte de California, que empezó a consumir tras una seria enfermedad y terminó convertida en una activista. “Si se usa adecuadamente, puede cambiar tu vida”.