A pesar del éxito económico de la legalización en el estado de Massachusetts (EE.UU), aún tendrá que pasar muchos años antes de que el mercado negro desaparezca.
Un año después de que la marihuana se legalizara en el que fue el primer estado de la costa este de los EE.UU, de que se haya vendido alrededor de 500 millones de dólares en ventas y casi 100 ganados por el gobierno local debido a los impuestos, el mercado negro sigue floreciendo.
La semana pasada el fiscal de los EE.UU Andrew Lelling anunció que el país iba a trabajar codo con codo con la DEA para atajar el problema del mercado negro. Los federales han dicho que no van a intervenir en los asuntos de cada estado pero que van a estar encima de los envíos de marihuana entre estados y el dinero que el cannabis genera.
Por otra parte, durante esa misma semana, desde el Cannabis Control Commission (CCC), que dirige la abogada del estado Maura Healey, también se anunció la creación de un grupo especial de la policía para prevenir que se desvíe marihuana legal hacia el mercado negro. La CCC está al tanto de lo que se conoce como “pitufeo” (smurfing) y quieren proteger el mercado legal y monitorear las actividades sospechosas.
Las leyes del estado restringen que se puedan vender más de una onza a un mismo cliente en ese día. La CCC advirtió a los vendedores que estén al tanto de los “pitufos” (gente que visitan más de una tienda para acumular más de una onza). Así como los “loopers”, gente que regresa el mismo día a una tienda en muchas ocasiones.
“No vas a acabar con el mercado ilegal en una noche”, comenta Beau Kilmer, director del RAND Drug Policy Research Center. “Va a llevar años”. Por ejemplo, en el estado de Washington, tres años después de legalizar el cannabis la mitad de las compras se hacían en el mercado negro.
Se descubrió falsa la idea de que cuando el cannabis se legaliza la gente abandona inmediatamente el mercado negro. Los motivos pueden ser múltiples y variados pero sobre todo se destacan, por un lado los precios son más baratos porque evitan los costes de las licencias y las tasas. Por otro, que en algunos estados es más fácil acceder al mercado negro si tienes una necesidad médica que obtener el legal.