Según el San Francisco Chronicle la noticia fue confirmada por el Departamento de Salud, quien afirmó que se estaba facilitando algunas sustancias a los adictos para evitar que salieran de los alojamientos en busca de drogas, y pudieran ayudar así a la propagación del virus.
El Ayuntamiento de la ciudad ha dispuesto algunos hoteles del municipio (en la imagen, trabajadores en uno de ellos) como espacios para aquellas personas con síntomas o en cuarentena que no disponen de un lugar para aislarse en condiciones.
Según informó el Departamento de Salud se trata de unas 270 personas, la mayoría sin hogar, entre las que hay unas pocas docenas que tienen adicciones a sustancias como el alcohol, el tabaco o drogas opiáceas, y otras que están en programas de deshabituación con metadona. “Están haciendo un gran servicio a San Francisco al quedarse dentro de los alojamientos habilitados”, dijo Jenna Lane, portavoz del Departamento de Salud Pública.
La administración de drogas se hace bajo la supervisión médica con el objetivo de mantener a raya los posibles síndromes de abstinencia y evitar que las personas salgan a la calle. El departamento también ha puesto a disposición a personal sanitario y trabajadores sociales para aquellos que deseen comenzar un tratamiento para superar la adicción. Según explicó la portavoz, el dinero para la administración de sustancias no provenía de los contribuyentes, sino que provenía únicamente de donaciones privadas.