Pasar al contenido principal

¿Son realmente milenarios los usos psicodélicos?

¿Son realmente milenarios los usos psicodélicos?

Arte Shipibo que representa la ayahuasca.

Investigaciones antropológicas están poniendo en duda la idea de que el ayahuasca, los hongos y otros enteógenos hayan acompañado a todas las culturas humanas desde la antigüedad. La nueva evidencia sugiere prácticas más recientes y concentradas en zonas específicas.

Durante seis años en la Amazonía peruana, el antropólogo austríaco Bernd Brabec de Mori convivió con comunidades Shipibo‑Konibo y recopiló cientos de cantos rituales. Su conclusión fue contundente: el uso de ayahuasca no se remonta a milenios sino, a lo sumo, a unos pocos siglos. Los términos lingüísticos comunes, los relatos orales que ubican la bebida entre pueblos cristianizados  y su rápida expansión tras el auge cauchero apuntan a una adopción relativamente reciente.

La narrativa del «brebaje ancestral» persiste, en parte, gracias al turismo psicodélico y a la demanda de historias románticas. Como explica Brabec de Mori, guías y facilitadores suelen contar a visitantes –o a investigadores poco familiarizados– aquello que esperan oír. Este “doble discurso” refuerza una visión idealizada y borra la complejidad histórica de las comunidades amazónicas.

La mitología global cobró fuerza tras la célebre crónica de Robert Gordon Wasson en Life (1957), donde popularizó los «hongos mágicos» guiado por la chamana mazateca María Sabina. Wasson especuló con un culto micológico universal anterior a la escritura. Décadas más tarde, trabajos como «Shroom» (Andy Letcher, 2006) y la base de datos Huthac del investigador Martin Fortier revisaron caso por caso y hallaron que el consumo ritual de psilocibina se limitaba principalmente a Mesoamérica y ciertas regiones de Eurasia.

Fortier estimó que, antes de la invasión europea, apenas el 5 % de los pueblos indígenas de América utilizaban enteógenos clásicos; a escala mundial, la cifra caería por debajo del 1 %. Sus resultados, publicados parcialmente en 2020, cuestionan la hipótesis de un chamanismo psicodélico ubicuo y antiquísimo.

Otros académicos, como Michael Winkelman, han señalado petroglifos y esculturas supuestamente “fungiformes” para sostener lo contrario. Sin embargo, revisiones críticas señalan interpretaciones alternativas –desde íconos fálicos hasta figuras zoomorfas– y la ausencia de pruebas químicas que confirmen el uso de sustancias psicoactivas. 

Suscríbete a Cáñamo