“La Guerra contra las Drogas se ha convertido en una guerra contra las personas, fallándonos a todos”. Con estas palabras se dirigió el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, a la 66ª Comisión de Estupefacientes de la ONU (CND, por sus siglas en inglés), inaugurada el pasado lunes. Türk alentó a tener en cuenta a la sociedad civil, “con la inclusión de las voces de las personas que usan drogas”, a la hora de proyectar las políticas de drogas de los próximos años.
El alto funcionario intervino brevemente en la CND para hacer un repaso a las estrategias sobre políticas de drogas desde la perspectiva de los derechos humanos. En su intervención este realizó una crítica al paradigma prohibicionista de la Guerra contra las drogas, al que consideró como “pernicioso para la salud pública”, y habló de que las personas que usan drogas deberían poder acceder con mayor facilidad a servicios sanitarios y programas de reducción de daño.
Durante su intervención, Türl mencionó algunas políticas nacionales de regulación del cannabis como la realizada en Canadá o Tailandia. “Tenemos que seguir este progreso en todas las regiones del mundo y detener la así llamada Guerra contra las drogas. En su lugar centrémonos en un cambio transformador redactando políticas de drogas que se basen en pruebas que pongan los derechos humanos en el centro”.