La comisión parlamentaria de investigación sobre la regulación e impacto de los diferentes usos del cannabis, creada en 2020 dentro Asamblea Nacional francesa, publicó la semana pasada un informe sobre los usos no psicoactivos del cannabis en el que recomiendan la regulación del CBD. En el informe los parlamentarios proponen llevar a cabo una regulación del cannabis no psicoactivo para permitir un mejor desarrollo de la industria.
El informe refiere las “propiedades relajantes a las que se añaden efectos antiepilépticos y anticonvulsivos probados” del CBD y remarca que este no tiene “ninguno de los efectos adversos del THC (confusión, ansiedad, delirio, alucinaciones, deterioro de la memoria y concentración)”. El diputado Jean-Baptiste Moreau, ponente principal de la comisión, dijo que el CBD es “la víctima colateral” del enfoque actual de las políticas del cannabis en el país.
El informe ahora está siendo estudiado en el gobierno por el grupo interministerial contra las drogas y sustancias adictivas, que deberá aprobar total o parcialmente las recomendaciones. “Este informe parlamentario está moviendo las cosas en la dirección correcta. Francia, que se encontraba en una situación especialmente perjudicial, ahora podrá asentarse en este nuevo sector y recuperar el tiempo perdido” dijo el presidente del Sindicato Profesional del Cannabis a la Agencia France-Presse.
Las 20 propuestas del informe para el sector francés de cáñamo piden que se garantice que los consumidores tengan una seguridad total al usar productos de CBD. El informe también sugiere que la futura normativa del sector se limite a autorizar el cultivo, la importación, la exportación y el uso de todas las partes de las plantas de cannabis para la industria y el comercio. Los autores también proponen elevar el umbral de THC permitido: actualmente el país solo permite niveles de THC inferiores al 0,2% de THC, y la propuesta es aumentarlo hasta el 0,6% en Francia y hasta el 1% para los territorios franceses de ultramar.