El Gobierno de Francia ha presentado una modificación de la legislación actual sobre el cáñamo para regular la industria e introducir una prohibición de la comercialización de los cogollos y las hojas de la planta. La propuesta de legislación modifica una ley de 1990 para adaptarla al fallo que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea emitió el pasado noviembre, en el que determinó que no se podía prohibir la importación y comercialización de CBD extraído de la planta de un país a otro de la UE.
La propuesta del Gobierno está destinada a regular todas las partes de la planta de cáñamo sin contradecir la sentencia del Tribunal Europeo, pero intentando limitar la comercialización directa de partes de la planta sin procesar. Según la noticia publicada por el medio francés NewsWeed, el texto del proyecto legislativo explicita que quedaría prohibiría “la venta a los consumidores de flores u hojas crudas en todas sus formas, solas o mezcladas con otros ingredientes, en particular como productos para fumar, infusiones o popurrís [así como] su posesión por los consumidores y su consumo”.
Tal y como está redactada la propuesta, los cogollos y las hojas de la planta del cáñamo no podrían ser vendidas ni usadas por los ciudadanos, sino que quedarían restringidas a su uso para elaborar productos derivados. Es decir, solo podrán tocar los cogollos los cultivadores y las empresas, y al consumidor sólo podría llegar, por ejemplo, un líquido de CBD extraído de la planta para vapear o un complemento alimentario. El borrador del proyecto de ley está abierto a contribuciones y comentarios hasta el próximo octubre.