Una sentencia del Tribunal de Apelación del Reino Unido, el segundo tribunal más importante del país, ha dictado que los cogollos de cannabis ricos en CBD y con un porcentaje de THC inferior al 0,2 % no son un narcótico. El fallo del tribunal marca un importante precedente legal para las empresas que importan y venden cogollos de cannabis no psicoactivos.
La sentencia tiene como origen una intervención policial ocurrida en el año 2019, en la que se interceptó un envío de cogollos de cannabis no psicoactivo enviados desde Italia con destino a Reino Unido. El paquete era una importación realizada por dos empresarios británicos con la intención de vender los cogollos en Reino Unido. Un año después los empresarios fueron detenidos y acusados de importar una mercancía prohibida y de suministrar cannabis a terceros, esto es, un delito de tráfico de drogas.
A pesar de que Reino Unido considera que cualquier cogollo de cannabis es una sustancia prohibida, los empresarios argumentaron en el juicio que las instituciones de la Unión Europea —a la que en ese momento pertenecía Reino Unido— no consideran como narcótico al cannabis con un porcentaje de THC de hasta el 0,2%. El Tribunal de la Corona, encargado del caso en ese momento, les dio la razón a los empresarios y consideró que no habían cometido ningún delito. Más tarde la Fiscalía apeló la decisión y llevó el caso ante el Tribunal de Apelación, que ahora ha confirmado la sentencia absolutoria.
La sentencia “no da luz verde a estas empresas para seguir adelante y comerciar abiertamente, pero creo que reduce considerablemente el riesgo de sufrir un enjuiciamiento penal” dijo a Business of Cannabis Robert Jappie, un abogado del bufete Fieldfisher especializado en temas legales relacionados con la salud y la ciencia.
La sentencia se apoya en que, en el momento de la intervención policial sobre los cogollos de CBD, Reino Unido todavía formaba parte de la UE, y por lo tanto aún se aplicaban las leyes de libre circulación de mercancías de la UE. Esto podría no aplicarse para futuros casos ya que Reino Unido abandonó en 2020 la Unión Europea, pero aun así, la sentencia del Tribunal de Apelación servirá como precedente para futuros casos similares.