Las reuniones sociales son el terreno de caza del extrovertido. Estas variedades te ayudarán a seguir siendo el alma de la fiesta.
No confundir ser extrovertido con ser gilipollas. Una cosa es ser una persona simpática y arrolladora que es capaz de mantener conversaciones brillantes durante horas y otra un maldito pesado que se cree gracioso y que debe tener el foco de la atención durante todo el rato. En tu mano está quedarte a un lado u a otro de la línea. Te recomendamos el de la simpatía, a nadie le gustan los gilipollas (excepto a otros gilipollas). Por tanto, estas variedades no te ayudarán a ser mejor persona pero sí que se encuadran en aquellas que potenciarán tus habilidades sociales si ya eres una máquina extrovertida.