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Cócteles de drogas: las combinaciones y sus riesgos

La mezcla de sustancias psicoactivas (tanto legales como ilegales) es una práctica habitual en entornos recreativos, aunque no siempre se haga de manera consciente. En cualquier caso, es muy importante informarse adecuadamente y extremar las medidas de reducción de riesgos en cada momento, ya que, si bien algunas combinaciones de drogas pueden tener efectos deseados y dar origen a cócteles conocidos y valorados, en la mayoría de los casos combinar supone un aumento de los riesgos de base.

En el ámbito de la fiesta y el consumo recreativo de drogas, rara vez se consume una única sustancia psicoactiva a lo largo de un mismo evento; suele ser habitual que al avanzar la noche se acaben combinando varias de ellas, muchas veces sin pararse a pensar bien en ello. Incluso aquellas personas que se vanaglorian de no tomar drogas (refiriéndose casi siempre a las sustancias psicoactivas ilegales, ya que a las legales no las consideran drogas) suelen combinar varias sustancias psicoactivas legales como alcohol, cafeína o tabaco indiscriminadamente, muchas veces sin darse cuenta de que tanto sus efectos como sus riesgos también cambian al mezclarlas.

Si bien la combinación de algunas sustancias de forma consciente e informada puede traer nuevas sensaciones que sean deseables para la persona que las consume y no es raro escuchar conversaciones sobre el tema e incluso “recetas” en foros especializados, a nivel general podemos decir que la combinación de varias sustancias psicoactivas tiende a incrementar los peligros de su consumo, suponiendo un riesgo mayor que la simple suma de sus partes, y esta práctica siempre se desaconseja desde el ámbito de la reducción de riesgos. Por lo tanto, aquellas personas que hayan decidido hacerlo, deberían informarse muy bien y extremar las precauciones, sobre todo en relación al tipo de interacción específica y las dosis de cada sustancia.

Por desgracia, muchas personas no se paran a pensar en ello o prefieren dejarlo al azar, suponiendo que los riesgos a los que se exponen son una simple suma de los que presenta cada sustancia por separado, pero este no suele ser el caso. Al igual que pasa con los efectos de las sustancias, los perfiles de seguridad cambian cuando se consumen en combinación, y las enfermerías de los festivales de música pueden dar cuenta de esto, ya que muchos de los sustos por drogas vienen por mezclar.

Con objeto de facilitar el acceso a la escasa información disponible sobre las interacciones en las combinaciones de drogas más habituales, desde hace algunos años la asociación TripSit de reducción de riesgos elabora una sencilla tabla que permite consultar de una forma rápida y simplificada los efectos y riesgos más conocidos asociados a combinaciones de dos sustancias. Esta tabla ha evolucionado hasta convertirse en una app que, sin renunciar a la simplicidad y la velocidad, permite acceder a algo más de información específica sobre una combinación concreta de sustancias (véase https://combo.tripsit.me).

Pero este conocimiento no solo es importante para aquellas personas que deciden conscientemente mezclar sustancias, sino que cualquier persona antes de consumir cualquier sustancia, ya sea legal o ilegal, además de las precauciones habituales de reducción de riesgos, convendría que se preguntase si la estará mezclando con alguna otra menos obvia. Esta pregunta que parece muy básica a veces no lo es tanto, dado que a menudo las personas que consumen drogas de forma recreativa no están bien informadas acerca de qué podría constituir una mezcla con interacción.

En festivales, raves y fiestas de todo tipo, se acercan al estand de Energy Control personas para informarse sobre las medidas de reducción de riesgos de una sustancia sobre la que quieren saber más o que incluso planean consumir, y es a lo largo de la conversación cuando descubrimos que esa persona no solo necesita información de reducción de riesgos sobre la sustancia en particular que nos consulta, sino que ya estaría consumiendo otras que podrían interaccionar, como el alcohol, la cafeína o algún tratamiento médico. Sin embargo, la mayoría no son conscientes de que esto suponga un problema.

Alcohol, cafeína, tabaco y/o porros, los sospechosos habituales

Si hay una sustancia que es ubicua en el mundo del ocio nocturno (y diurno) y las combinaciones, esa es el alcohol. Se encuentra de base en casi todas las combinaciones de drogas que suelen darse en entornos de ocio, y por ello me gustaría mencionar algunas generalidades sobre combinarlo:

Alcohol con estimulantes y/o empatógenos: combinar el alcohol con sustancias como la cafeína, el speed, la cocaína o la MDMA (éxtasis), aparte de incrementar la deshidratación y el riesgo de un golpe de calor en entornos especialmente calurosos, tiende a enmascarar los efectos estimulantes, facilitando un mayor consumo de la sustancia, así como del propio alcohol, pudiendo sobredosificarse peligrosamente y no notarlo hasta que el efecto de una de las sustancias (normalmente, el estimulante) desaparece. En el caso concreto de la cocaína, esta combinación produce un nuevo metabolito en el cuerpo llamado cocaetileno, de mayor duración y toxicidad, y en el caso concreto de la MDMA (éxtasis) puede incrementar la sensación de mareo en la subida.

Alcohol con depresores, opioides y/o disociativos: combinar el alcohol con sustancias como las benzodiacepinas, el GHB/GBL, la codeína, el opio (morfina) o la ketamina tiende a intensificar los efectos depresores, pudiendo llegar a generar gran sedación, descoordinación, confusión, mareos, vómitos, desmayos y hasta parada cardiorrespiratoria en casos extremos. Mención especial merece el alto riesgo de la combinación de alcohol con GHB/GBL (más conocido como chorri o éxtasis líquido), ya que incrementa enormemente su potencia sedativa y podría llevar a la inconsciencia, al coma o a la parada cardiorrespiratoria en situaciones extremas.

Alcohol con cannabinoides y/o psicodélicos: esta combinación, si bien no es fisiológicamente tan arriesgada como las anteriores, puede ser desagradable y generar gran confusión, mareos y descoordinación.

Otras drogas bastante presentes en la noche y que nadie suele tener muy en cuenta son la cafeína (normalmente, presente en bebidas energéticas y combinados de las copas de alcohol) y el tabaco (nicotina, fundamentalmente), pero ambas son sustancias estimulantes que incrementan la tensión y la frecuencia cardíacas, pueden producir ansiedad e insomnio, además de intensificar la deshidratación del alcohol y elevar la temperatura corporal ligeramente. Estos efectos que aisladamente pueden parecer poco notorios y no muy peligrosos a dosis bajas, pueden manifestarse con intensidad sobre todo en el caso de la cafeína a altas dosis y sumarse a los de otras sustancias, especialmente estimulantes y empatógenos, incrementando sus riesgos en combinación.

Por otro lado, el cannabis, si bien no presenta grandes riesgos fisiológicos cuando se consume aisladamente, sí que puede intensificar o descontrolar los efectos de otras sustancias con las que se combine, sobre todo en el plano psicológico pero también en el físico, y es por ello que su mezcla con alcohol u otras drogas, que algunas personas disfrutan, tampoco es inocua.

Combinaciones accidentales: interacciones farmacológicas inesperadas

Uno de los principales problemas de la combinación de sustancias viene dado porque en algunas ocasiones la persona no es consciente de estar mezclando sustancias que pudiesen llegar a interactuar.

En este sentido, podemos destacar el caso del consumo de sustancias psicoactivas (legales o ilegales) mientras se están tomando medicamentos, suplementos y/o plantas medicinales, ya sean recetados por médicos o de venta libre. La combinación de drogas con estas sustancias legales puede incrementar notablemente los riesgos, y muchas veces hay personas en tratamiento que no se paran a pensar en ello antes de pedirse una copa o consumir cualquier otra droga. En este sentido, existen psicofármacos que pueden ser especialmente peligrosos de combinar con otras drogas, como el tramadol, los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), los opioides (utilizados para el tratamiento del dolor o la tos), los psicoestimulantes (utilizados en narcolepsia o trastorno por déficit de atención con hiperactividad), algunos ansiolíticos, algunos antidepresivos, etc. También pueden tener interacciones relevantes algunos suplementos para adelgazar o mejorar el entrenamiento, así como varias plantas medicinales como hipérico (hierba de San Juan), cimicífuga, equinácea, valeriana, kava, yohimbe, Ginkgo biloba, etc. Incluso algunos alimentos comunes como el pomelo o ciertas especias pueden alterar notoriamente el metabolismo de las drogas y suponer, sin saberlo, una combinación de riesgo que hay que tener en cuenta.

Cócteles con nombre propio

Pese a este incremento general en los riesgos, a lo largo de los años se han popularizado dentro de la cultura psiconáutica algunas combinaciones especiales, por ofrecer efectos sinérgicos o característicos, más allá de cuál sea su perfil de riesgo. Estos son algunos de esos cócteles:

Candyflip: combinación de MDMA (éxtasis) con LSD. Una mezcla que, hecha con prudencia, preparación psicológica, ajustando las dosis y conociendo bien cada sustancia por separado, no suele acarrear más riesgos fisiológicos que los de las propias sustancias implicadas y tiene un efecto sinérgico.

Hippieflip: combinación de MDMA (éxtasis) con psilocibina (setas). La versión hippie del candyflip. Una mezcla que, hecha con prudencia, preparación psicológica, ajustando las dosis y conociendo bien cada sustancia por separado, no suele acarrear más riesgos fisiológicos que los de las propias sustancias implicadas y tiene un efecto sinérgico.

Trifásico: combinación de MDMA (éxtasis), ketamina y speed (anfetamina). Esta mezcla, famosa en el ámbito de las raves, es toda una experiencia sensorial, pero presenta algunos riesgos además de los propios de cada sustancia por separado. La asociación de la MDMA (éxtasis) con speed (anfetamina) puede incrementar su potencial neurotóxico, así como la temperatura corporal, además de que la combinación de las tres sustancias incrementa notablemente la frecuencia y tensión cardíacas, con todos los riesgos cardiovasculares derivados de ello.

Tusi o tusibí (cocaína rosa): pese a lo que podría parecer, el tusi no es 2C-B (nexus), sino más bien una estrategia de marketing, porque en la mayoría de los casos este polvo teñido de rosa es simplemente una mezcla de MDMA (éxtasis), ketamina y cafeína, casi como un trifásico de toda la vida pero sustituyendo la anfetamina por cafeína, teñido de rosa, de moda y con el precio inflado. La mezcla de la MDMA (éxtasis) con cafeína ha demostrado aumentar su potencial neurotóxico, así como la temperatura corporal, además de que la combinación de las tres sustancias puede incrementar notablemente la frecuencia y tensión cardíacas, con todos los riesgos cardiovasculares derivados de ello.

Bifásico: combinación de dos sustancias, normalmente MDMA (éxtasis) más speed (anfetamina) o MDMA (éxtasis) más ketamina. La mezcla de la MDMA (éxtasis) con speed (anfetamina), además de perder parte del efecto empatógeno de la MDMA (éxtasis), puede incrementar su potencial neurotóxico, así como la temperatura corporal y tensión cardiaca. La mezcla de la MDMA (éxtasis) con ketamina es muy apreciada, pero puede generar mareos, confusión y elevaciones de tensión cardíaca a dosis altas.

Coketa o Calvin Klein: combinación de cocaína con ketamina. Esta mezcla puede incrementar la tensión cardiaca y el riesgo cardiovascular asociados a la cocaína todavía más, sobre todo, a dosis altas.

Farmahuasca: combinación de DMT con una IMAO. Al igual que sucede con las ayahuascas tradicionales, consumir una sustancia inhibidora de la monoaminooxidasa permite a la DMT ser activa por vía oral, pero no sin incrementar también el riesgo cardiovascular de otras sustancias que pudieran estar presentes en el organismo o que se puedan consumir en horas e incluso días subsiguientes mientras la actividad de las aminooxidasas siga reducida.

Speedball: combinación de heroína con cocaína. Mezcla muy euforizante pero peligrosa por su facilidad para inducir y enmascarar sobredosis y su alto potencial adictivo.

En conclusión, podemos decir que, al igual que el consumo de una droga es una actividad con riesgos y placeres potenciales, el consumo combinado de varias sustancias es, asimismo, una actividad con sus propios placeres potenciales pero generalmente mayores riesgos, por lo que la recomendación genérica desde la reducción de riesgos es informarse bien y evitarlo. Quien después de informarse y evaluar seriamente el balance entre placeres y riesgos decidiese hacerlo, deberá proceder con extrema cautela y aplicando siempre medidas de reducción de riesgos como la reducción de dosis para minimizar dentro de lo posible la probabilidad de sustos innecesarios.

Referencias

Chary, M.; Yi D.; Manini, A.F. “Candyflipping and other combinations: Identifying drug-drug combinations from an online forum”. En: Front Psychiatry, n.º 9, pp. 135, 2018.

Ott, J. “Pharmahuasca: Human pharmacology of oral DMT plus harmine”. Journal of Psychoactive Drugs, n.º 31, pp. 171-177, 1999.

Schechter, M.D. “Candyflipping: synergistic discriminative effect of LSD and MDMA”. En: European Journal of Pharmacology, n.º 341, pp. 131-134, 1998.

Vanattou-Saïfoudine, N.; McNamara, R.; Harkin, A. “Caffeine provokes adverse interactions with 3,4-methylenedioxymethamphetamine (MDMA, ‘ecstasy’) and related psychostimulants: mechanisms and mediators”. En: British Journal of Pharmacology, n.º 167,

Tabla de combinaciones de drogas
  Esta información ha sido verificada de la manera mas precisa posible dentro de las capacidades del equipo de Tripsit. Se ha hecho un gran esfuerzo para excluir toda información incorrecta o engañosa, pero no se puede garantizar que el contenido sea 100% correcto. El objetivo de esta tabla es ser una guía de referencia rápida, y siempre es necesario consultar otras fuentes para obtener información adicional. No basta con solo consultar esta tabla para evaluar los riesgos de una combinación concreta. Úsala a tu propio riesgo. Si mezclas diferentes sustancias, ten en cuenta posible potenciación mutua y empieza con dosis mas bajas de cada una. Para mas información sobre sustancias concretas visita https://drugs.tripsit.me  

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #288

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