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3-FPM, nuevo estimulante en el mercado

Recientemente ha aparecido a la venta un estimulante que parece haber sido bien recibido. Se llama 3-fluorofenmetrazina, o 3-FPM, y es un derivado de la fenmetrazina, fármaco que se usó hasta el año 2000 en España como supresor del apetito.

Cuando se descubre un compuesto nuevo, no hay una manera segura de saber si será psicoactivo. Por eso cuando hablamos de nuevas sustancias psicoactivas (NPS, sus siglas por su nombre en inglés: new psychoactive substance) la mayoría se basan en sustancias ya conocidas, ligeramente modificadas o rescatadas de patentes antiguas.

Centrándonos en estimulantes, como ya hace bastantes años que existe un activo mercado de NPS, empieza a costar que aparezca alguno que destaque. Es cierto que hay sustancias como el 4-CL-PV8, un derivado del a-PHpP, que en sí es un derivado del a-PHP, derivado del a-PVP (la flakka), pero la mayoría son mediocres en efectos, poco potentes y de una toxicidad desconocida. En general, han cambiado tanto en relación al compuesto original, que ya no valen mucho la pena. Tomando el Reino Unido como referente, pasados son los días de estimulantes que causaron furor, como la mefedrona (NPS rescatada de una patente de los años treinta, que es un estimulante con efectos parecidos a los de la coca o el MDMA), el MPA (derivado de la anfetamina) o el 2-FMA (derivado de la metanfetamina, con menos euforia y mejor concentración).

No obstante, recientemente ha aparecido a la venta un estimulante que parece haber sido bien recibido. Se llama 3-fluorofenmetrazina, o 3-FPM, y es un derivado de la fenmetrazina, fármaco que se usó hasta el año 2000 en España como supresor del apetito. La fenmetrazina tuvo mucho éxito como droga de abuso, sobre todo en los países del norte de Europa, como Suecia. Los usuarios incluso la preferían al speed, el estimulante más típico. En comparación, la fenmetrazina es más eufórica y fácil de vaporizar. Se prohibió en 1965, y durante años se siguió vendiendo en Suecia, importado de contrabando desde países como España e Italia. Al principio se seguía traficando con las pastillas (que se llamaban Preludin en España). Más adelante se pasó a vender el polvo puro, que es más fácil de transportar y abulta mucho menos. Al final, la anfetamina acabó destronando la fenmetrazina, debido a su mayor disponibilidad. Aun así, llegó a obtener fama en la cultura popular, y en algunos países como Corea continúa siendo una droga de abuso. Los mismos Beatles admitieron haber tomado fenmetrazina para aguantar las largas horas de trabajo, pero no como droga recreativa (eso sí, John Lennon bien que se tomaba cuatro o cinco, lo que parece indicar que tampoco le disgustaban los efectos). Como dato más morboso, Jack Ruby dijo haber tomado fenmetrazina cuando mató a Lee Harvey Oswald (el asesino de John F. Kennedy).

Los mismos Beatles admitieron haber tomado fenmetrazina para aguantar las largas horas de trabajo

La 3-FPM, o PAL-593, aparece por primera vez en texto en una patente del 2010, que explora análogos de la fenmetrazina. Es más selectiva para la dopamina que la fenmetrazina, así que en teoría los efectos subjetivos de la 3-FPM son más agradables y tienen una duración de unas 5 a 8 horas si la sustancia es tomada por vía oral, y de 3 a 6 por vía esnifada. Si se toma en dosis altas o repetidas, la 3-FPM dificulta mucho el sueño durante horas. Sus efectos son similares a la anfetamina pero más sutiles: estimulación, incremento en la sudoración y el ritmo cardíaco, reducción en el apetito, mejora en la concentración, euforia, sociabilidad, dilatación de las pupilas, bruxismo (chirriar los dientes), etc. Además, tiene una ligera afinidad para el transportador de serotonina, mecanismo que podría ser responsable de sus efectos ligeramente empatógenos en dosis altas. Esto podría además explicar un fenómeno un tanto curioso que pasa con la 3-FPM: parece ser que a alguna gente le van bien dosis normales como las especificadas en la tabla, mientras que otros usuarios afirman que no vale la pena a menos que se llegue a dosis exageradas como 100 mg. El consenso parece determinar que va bien para mejorar la concentración y dar un poco de empujón, pero que es más como “supercafeína” que no como “speed light”. Aquellos usuarios que busquen replicar los efectos de la anfetamina con la 3-FPM seguramente se verán decepcionados.

Tabla de dosis

En Europa, la 3-FPM está prohibido en Suecia, Suiza y el Reino Unido (pero bueno, ahí lo han prohibido básicamente todo menos el café, el alcohol y el tabaco). Por ahora se distribuye libremente en el resto de los países en formato de polvo, cristal o empaquetado en envases chillones cortado con un anestésico local como la lidocaína. Para saber por qué lo mezclan con lidocaína habría que preguntárselo a los que lo preparan, pero seguramente es porque consumirla por vía esnifada (la vía de administración más popular) causa un dolor intenso en las fosas nasales. Pero, ¡ojo!, si se van a consumir grandes cantidades, mejor buscar el polvo solo, porque tomar grandes cantidades de anestésicos locales puede dar problemas de salud. En cuanto a la toxicidad de la 3-FPM, ¡quién sabe! La fenmetrazina en sí se ha usado como fármaco durante años, pero no podemos asumir que por eso la 3-FPM sea segura. Por ejemplo, la fenfluramina, que como la 3-FPM tiene un grupo con un átomo de flúor en su estructura, fue retirada del mercado en los años noventa porque causaba agrandamiento de las válvulas del corazón en algunos pacientes.

Cuesta entre 15 y 20 euros por gramo, así que el precio no parece ser la razón por la cual la gente lo compra, ya que sus equivalentes ilegales valen menos. Como se ha mencionado en artículos previos, alguna gente prefiere consumir NPS como la 3-FPM por conveniencia (de momento, los camellos no te dejan pagar con tarjeta de crédito y por internet), por el hecho de que sea legal o porque prefieren los efectos de la sustancia a los de drogas ilegales. En un mercado saturado por derivados de derivados de derivados de catinonas, es interesante que aparezca algún compuesto que innove un poco. Quizás sus efectos no son nada impresionantes, pero para los usuarios que no se esperan un compuesto muy potente, la 3-fluorofenmetrazina merece un vistazo.

3FPM

Fotografías de Laura Aranda

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