Últimamente se habla de los nootrópicos, una clase diversa de sustancias que aumentan algún aspecto de la cognición, como puede ser la memoria, la velocidad o la calidad de pensamiento. La percepción del público se ha visto afectada por películas como Limitless, donde una pastilla misteriosa y experimental desbloquea todo el potencial de la mente.
Sustancias así realmente no existen. No hay pastilla ni polvo milagroso, pero sí que hay algunas que parece que mejoran algún aspecto de la cognición de manera notable. En este artículo se hablará de alguno de los nootrópicos más veteranos e investigados, además de alguno de los más nuevos y experimentales.
Como estándar de oro tenemos al piracetam. Es un compuesto de la familia de los racetams, inventado en Rusia en los años sesenta, que hoy en día se receta principalmente a gente mayor con demencia y para tratar el mioclono (una sacudida repentina e involuntaria de un músculo o grupo de músculos). Además, se da a algunos pacientes que han sufrido un infarto, sufren neurodegeneración causada por abuso de alcohol, pacientes con depresión, epilepsia, pérdida de audición, esquizofrenia, etc. Se ha demostrado que mejora el funcionamiento del cerebro, y por esa razón lo toma alguna gente sin ningún problema de los mencionados anteriormente.
El piracetam es el nootrópico lanzadera, porque la mayoría de la gente nota alguna mejora más allá del placebo, y sobre todo por su perfil de seguridad. Se desconoce la dosis mortal en humanos, pero en ratas es casi el doble que la de la sal común. Además, hace unos cincuenta años que se receta a humanos y no se ha demostrado ningún riesgo notable de toxicidad a largo plazo. Se teoriza que su mecanismo de acción es a través de una mejora en la función de la acetilcolina, un neurotransmisor involucrado en procesos cerebrales relacionados con la memoria. También incrementa el consumo de oxígeno por parte del cerebro y mejora la permeabilidad de las membranas celulares. En resumen, hace que todo vaya un poco más fluido. En España se comercializa bajo el nombre de Ciclofalina, y una caja no vale más de cinco euros. Los usuarios más aventureros pasan a experimentar con derivados del piracetam, como el fenilpiracetam, noopept o oxiracetam. Son derivados que generalmente son más potentes, tanto por peso como a nivel de efectos, pero a cambio los usuarios que los consumen sacrifican seguridad, ya que la mayoría hace menos de una década que se usan en humanos.
El piracetam suena interesante, pero para nada es algo revolucionario ni te cambiará la vida de manera radical. De hecho, sus efectos son tan sutiles que hay gente que no los nota. Si lo que esperas son milagros, estás buscando en el sitio equivocado. Está claro que algunas sustancias sí que son performance enhancers, que durante unas horas mejoran tu concentración, rendimiento, energía, etc. Pero con esas sustancias pagas un precio; todo lo que sube baja, y el bajón después de esas horas será proporcionalmente incapacitante. Lo que diferencia los nootrópicos de cosas más fuertes es el hecho de que son sustancias relativamente seguras, que no conducen al abuso ni son recreativas, y que, más que producir efectos extremos, potencian funciones existentes de la mente.
El siguiente compuesto ha salido hace relativamente poco a la venta. No se comercializa en farmacias, pero se puede comprar por internet. Se llama PRL-8-53, y sus efectos son más cuantificables que los del piracetam. Es un hipermnésico (el opuesto de un amnésico). En un estudio en humanos llevado a cabo en 1975, se demostró que, comparado con un placebo, mejoraba la recolección de una cadena de palabras aleatorias desde 7,9% hasta un 152%, siendo más notable la mejora cuanto mayor fuera la desventaja inicial del sujeto; es decir, los que sin la sustancia recordaban pocas palabras notaban mucho más la mejora que aquellos que de buenas a primeras recordaban bastantes palabras. Su estructura no se parece a ningún fármaco o droga existente, y no se entiende bien cómo funciona. Parece tener una toxicidad baja y no se observan efectos adversos en ratas hasta dosis muy superiores a las usadas en el estudio. Es un compuesto que se descubrió hace años, pero no ha habido suficientes pruebas en humanos para saber si es seguro, y mucho menos para saber bien cómo funciona.
El PRL-8-53 puede resultar efectivo, pero mejora una función muy específica. Si quieres algo con efectos más diversos, existe el modafinilo. Es un agente promotor del estado de alerta, desarrollado en Francia en los años setenta. Se receta para la somnolencia excesiva diurna asociada con narcolepsia, ya que mejora el estado de vigilia y la concentración. Aunque no se entiende del todo bien su mecanismo de acción, parece ser que incrementa la liberación de dopamina y noradrenalina, pero este no es su mecanismo principal de acción. No causa graves efectos secundarios y, a diferencia de otros estimulantes, el modafinilo prácticamente no tiene potencial de abuso o dependencia y no causa euforia ni mucha estimulación física. Si alguien relativamente sano toma modafinilo, notará mejor concentración, más energía y menos sueño. De hecho, parece que cuando más se nota el efecto es cuando alguien está fatigado. Sin estimulación física, sutil pero efectivo, el modafinilo es quizás el nootrópico más popular actualmente, y se puede adquirir en cualquier farmacia (con receta, eso sí) o por internet a través de farmacias con menos escrúpulos que las de aquí.
La familia de los nootrópicos es increíblemente diversa, y hay una proporción más o menos igual de compuestos tanto antiguos, con unos años de prueba y seguridad demostrada, como nuevos, con promesas de efectos increíbles y un perfil de seguridad que aún no está bien estudiado. Si alguien quiere adentrarse en este mundillo, es recomendable empaparse de la gran cantidad de información disponible en internet sobre estos compuestos, y empezar con los clásicos como el piracetam y el modafinilo. Hay foros dedicados a los nootrópicos, sus efectos, los efectos de combinarlos y mil aspectos más. Por ahora es mejor dejar de lado los nuevos, como el PRL-5-83, hasta que se sepa un poco más sobre sus posibles efectos secundarios.