Nació en 1997 como un festival de psychedelic trance, se repitió al año siguiente, y desde entonces se ha celebrado cada bienio. Hoy, aunque el Dance Temple sigue constituyendo el centro neurálgico del fiestón, el Boom Festival supone un experimento de sostenibilidad, ecoaldea de artistas multidisciplinares, una explosión sensorial donde confluyen música, visuales, danza, teatro, arquitectura, escultura, pintura, zonas de sanación, juegos, laberintos, exposiciones, huertos, circo, performance, áreas de descanso, columpios, toboganes, estructuras flotantes y un sinfín de actividades para deleitar los más selectos paladares.
Edición de este año
Este año el festival cumple su undécima edición. Dedicado al chamanismo como hilo conductor, tendrá lugar del 11 al 18 de agosto cerca de la localidad de Idanha-A-Nova. Las 33.333 entradas online se agotaron 34 días después de salir a la venta. Con suerte, todavía se puede adquirir alguna a través de los embajadores, en la página web. Para próximas ediciones, conviene prestar atención desde marzo para adquirir los pases o rellenar los formularios si la intención es participar como voluntario, artista o trabajador en los múltiples niveles de realidad que conforman el evento.
Filosofía y actividades
El principal objetivo del Boom es integrar la sostenibilidad con el arte y la cultura. La experiencia del Boom va más allá de sus artistas: se trata de experimentar la unidad, trascender el condicionamiento de nuestros hábitos, tradiciones, culturas, países o religiones y entender que cada uno de nosotros somos en esencia lo mismo. Todos somos seres humanos.
Amor, paz, unidad, respeto, comunión con la naturaleza. Celebración del ciclo lunar, extasiada contemplación del nacimiento y la puesta del sol. Madera reutilizada, bioconstrucciones de bambú, urinarios ecológicos que generan abono para la vegetación de la comarca. Pasear por sus entrañas supone un flujo continuo de miradas profundas, matices de luz, colores móviles, motivos psicodélicos, templos, simetrías, axiomas zen, túneles, caleidoscopios gigantes, mandalas, ilustraciones, seres de otros planetas.
Y, sobre todo, música. Desde los extáticos latidos del psytrance hasta los más hermosos ritmos ancestrales, pasando por el relajante chill-out o improvisados conciertos sobre el agua con insólitos instrumentos autofabricados. Danzas tribales, orgiásticas celebraciones de cuerpos en movimiento, oleadas de amor, belleza y sinceridad.
Diversos estilos musicales
Aunque la programación de artistas no se da a conocer hasta poco antes del estallido del festival, cada día el Dance Temple amanece con una banda de organic trance para aunar los ritmos indígenas ancestrales con la producción contemporánea. El misterio de la noche, iluminado por el esplendor de la luna, constituye el escenario perfecto para géneros profundamente hipnóticos como el dark, el forest o emanaciones de la mejor música psicodélica. El calor del sol supone la energía ideal para multiplicar las propiedades extáticas del psytrance y el full-on, o el clásico goa trance y su adaptación nu-school. La dorada beatitud de la tarde proporciona una intensa sensación de euforia para ritmos inspiradores como el groovy full-on y el progressive psytrance.
Por su parte, en el Alchemy Circle se puede bailar desde dark progressive, neo trance, psy breaks y psy techno, glitch hop, psy bass, dub o progressive techno hasta sonidos hipnóticos sin etiquetar. Desde el funk al acid, desde el jazz al krautrock, desde el cosmic disco al psytrance. Siempre ha habido transmutación, siempre hubo alquimia.
El bosque mágico de Sacred Fire acoge conciertos de estilos musicales tan variados como afro beat, psychedelic rock, dub, organic trance, música brasileña o fusión, mientras que en el Chill-Out Garden encontramos música chill-out en todas sus vertientes: ambient, electrónica y downbeat grooves para conectar con uno mismo y viajar al interior.
Novedades de esta edición
Una de las novedades en 2016 es el Garden of Interactive Tech Art (jardín de arte tecnológico interactivo), un espacio lúdico de equilibrio entre tecnología y naturaleza donde se invita a los asistentes a formar parte activa y establecer una sinergia jovial entre ambos mundos.
Otro nuevo escenario es Nataraj (Dance Stage), dedicado a una de las prácticas más antiguas para alcanzar estados elevados de consciencia: la danza. Desde danza extática a danza sanadora, de las enseñanzas de los cinco ritmos a la danza trance. Bailes étnicos tradicionales, danza contemporánea, espectáculos y talleres para cultivar la relación rítmica entre el cuerpo, la mente y la música.
Otras actividades
Basura reciclada para crear obras de arte, microeconomías de intercambio, un entorno de continua creatividad, renovación y aprovechamiento de las energías naturales, en la búsqueda de un nivel superior de consciencia. Además, un enorme lago sirve para que los asistentes aplaquen los estragos del calor estival.
Talleres interactivos de educación experimental, exploraciones multimedia de paradigmas antiguos y modernos, conferencias, documentales y películas de iluminación espiritual, jardines de permacultura, masajes, shiatsu, temazcal, reiki, tanques de flotación, aromaterapia, galería de visiones interiores… Baños secos donde se reutilizan los excrementos, construcciones de caña, adobe y materiales reciclados, generadores eólicos y solares, ausencia de marcas y patrocinadores (el festival se financia exclusivamente con la venta de entradas), zonas de acampada, de comida, duchas, recarga de baterías, Internet, emisora de radio, periódico… Este año la zona infantil se llama Young Dragons y ofrece un gran despliegue de actividades para niños entre 3 y 12 años.
En palabras de los propios organizadores, «el Boom no es sólo un festival, es un estado mental. Inspirado en los principios de unidad, paz, creatividad, sostenibilidad, trascendencia, cultura alternativa, participación activa, evolución y amor, es un espacio donde personas de todo el mundo pueden converger para experimentar una realidad alternativa».
El Boom Festival respira magia al ritmo de los latidos del planeta. Los corsarios del mañana, la ciber-tribu de hoy enfrascada en la ancestral lucha chamánica por salvar a la Tierra de sus vástagos ha llegado para alzar su voz frente a la exterminación materialista. Un enjambre de sonrientes insectos que desembuchan balas de amor y amistad explosiva, unidos por la música y la danza bajo el cálido manto de un cielo agradecido.
After party
El viaje por las arterias del universo, a través de inexploradas dimensiones, continúa posteriormente en Utopia, el after party oficial del Boom, del 18 al 21 de agosto en el camping de São Gião, cerca de Oliveira do Hospital, una fiesta limitada a 3.333 boomers (con ticket del Boom).