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"La concentración de abonos en el agua debe ajustarse al clima: más abono por litro de agua en clima fresco y menos en clima cálido"
La producción de una planta depende, entre otros factores, de la cantidad de nutrientes que pueda absorber a través de las raíces. Un sistema radicular sano necesita que la tierra se seque bastante entre riegos para mantenerse oxigenado. No riegues de nuevo mientras el sustrato se vea húmedo. La frecuencia de riego viene marcada por el tamaño de la maceta en relación con el tamaño de la planta, el clima y la composición del sustrato. Si la maceta es pequeña, el clima caluroso y seco y el sustrato drena mucho, hace falta regar más a menudo que si la maceta es grande, el clima frío y húmedo y el sustrato drena poco. Otro factor importante para las raíces es la salinidad de la tierra, ya que si es demasiado alta la planta no puede absorber ni el agua ni los nutrientes. Si el agua del grifo es muy salina, usa un filtro de ósmosis inversa para eliminar las sales, sustitúyela por agua de lluvia o lava el sustrato con un riego muy abundante de agua sola cada dos o tres semanas para eliminar las sales acumuladas. La concentración de abonos en el agua debe ajustarse al clima: más abono por litro de agua en clima fresco y menos en clima cálido.
La electroconductividad o EC de la solución nutriente resulta de la suma de las sales del agua más las sales del abono. Por lo general, las plantas soportan un nivel de hasta 1,8-2,0 mS, pero mi recomendación es no superar 1,5 mS para no salinizar en exceso el sustrato. Es mejor añadir un poco de abono en cada riego para que siempre tengan todos los nutrientes disponibles.
El pH de la solución nutriente para el cultivo de cannabis se debe mantener entre 5,5 y 6,5 para que todos los nutrientes estén disponibles para las raíces, pero los resultados son mejores si en crecimiento ajustamos a 5,7-5,8 para optimizar la absorción de nitrógeno y en floración a 6-6,2 para que el fósforo se absorba con mayor facilidad. El pH se debe medir después de añadir al agua todos los abonos o aditivos que se vayan a utilizar. En las tiendas de cultivo venden productos para subir y bajar el pH, son muy concentrados, por lo que hay que usarlos en dosis muy pequeñas y tener cuidado de que no nos toquen en la piel, pues pueden causar quemaduras graves.
A la hora de abonar las plantas durante la floración, podemos distinguir tres fases:
"Los boosters o estimuladores de la floración se deben aplicar en la fase media, desde la cuarta semana hasta dos semanas antes de cosechar"
1. Primeras tres a cinco semanas de floración: en este periodo, la altura de las plantas aumenta con rapidez. Según la variedad, cada planta puede duplicar y hasta triplicar su altura en cuestión de semanas, llegando a crecer hasta cinco centímetros diarios. Para llevar a cabo este enorme esfuerzo, la planta consume grandes cantidades de nutrientes, especialmente, nitrógeno, aunque también requiere fósforo, potasio y nutrientes secundarios, como el calcio o el magnesio. No olvidemos que, a la vez que crece en altura, brotan un gran número de flores por todas las ramas, y que estas se endurecen y ganan resistencia para ser capaces de soportar el enorme peso que los cogollos tendrán unas cuantas semanas más tarde. Por otra parte, las plantas acumulan nutrientes de reserva en sus tejidos, que emplearán más adelante para engordar los cogollos. La mayoría de los abonos de floración están especialmente diseñados para esta fase, pero, si observamos que las plantas adoptan un color verde más claro de lo normal, siempre podemos intercalar un riego con abono de crecimiento cada uno o dos riegos con abono de floración.
2. La fase media de la floración: en función de la duración de la floración, esta fase dura entre tres y seis semanas, y es el periodo en que las plantas ya no aumentan de altura y concentran toda su energía en la producción de flores y en el engorde de los cogollos. Cada día brotan decenas o centenares de nuevas flores y, aunque algunas de las flores que nacieron primero ya tienen los estigmas marchitos, la enorme mayoría de los estigmas son de color blanco. Las plantas comen sin parar y consumen también los nutrientes de reserva que han ido acumulando durante el crecimiento y la primera fase de la floración. Este es el momento en que se deben emplear los boosters o estimuladores de floración, que son abonos con una alta concentración de fósforo y potasio complementados con hidratos de carbono y aminoácidos.
3. La fase final: las dos últimas semanas antes de la cosecha las plantas reducen un poco su actividad, ya no brotan tantas flores nuevas y la energía se destina principalmente a la producción de resina. Es recomendable eliminar completamente el abono y regar las plantas solo con agua.
Los hongos como la botritis y el oídio son grandes destructores de cogollos. Aparecen cuando las condiciones son propicias (cogollos densos, lluvia persistente, poca aireación, presencia de orugas y plantas demasiado juntas), se extienden a una gran velocidad por toda la plantación y causan estragos en cuestión de pocos días. La botritis es, seguramente, el hongo más peligroso, pues aparece en el interior de los cogollos y los va pudriendo desde dentro: cuando el cultivador ve el primer síntoma, ya está todo el cogollo infectado y no hay otra solución que eliminar todo el material infectado y fumigar el resto con jabón potásico o algún otro fungicida ecológico esperando que la infección no se extienda. Pero si el tiempo sigue siendo húmedo o los cogollos son muy densos, siempre aparece de nuevo. Da mucha rabia cosechar una planta que no ha acabado de madurar, pero casi siempre es lo más recomendable una vez que aparece botritis en un cogollo. El oídio puede aparecer antes, a menudo desde mediados de la floración, sobre todo estimulado por la poca ventilación o las condiciones de sombra y, aunque es mucho más fácil de eliminar, pues crece en la superficie de las hojas y el jabón potásico lo mata, reaparece enseguida. Separando las plantas, colocándolas en lugares bien ventilados, cortando las ramas más bajas y quitando buena parte de las hojas para que circule mejor el aire, se reduce su ritmo de crecimiento, pero no es fácil detenerlo definitivamente.