A pesar de la creciente ola de prohibición que se extendía desde USA a los países suramericanos, por las autoridades y las entidades gubernamentales que perseguían a los consumidores. En un comienzo de la era del consumo lo hacían las clases sociales más bajas, como trabajadores, inmigrantes , músicos, y también el cual se encuentra estrechamente relacionado con los lugares en los que era consumido, hablando ya en un ámbito nacional burdeles, establecimientos que eran frecuentados por los grupos sociales menos favorecidos después de largas jornadas de trabajo, al final del día, o al comienzo de jornada o nocturna de trabajo como lo era para algunos personajes del sector.
La ciudad de Santa Marta, ha sido un lugar referente de la producción de cannabis en Colombia “Además del consumo de vieja data de marihuana, Colombia empezó a ser fuente de exportación, desde los años 50. Un informe confidencial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en 1952 señalaba que Santa Marta se había convertido en un, muy importante, origen de marihuana”. Este reporte aparece en el Informe del gobierno de Colombia sobre el comercio de estupefacientes y lucha contra la toxicomanía del año 1952. En esta década, hubo los primeros reportes de exportación de cannabis a los Estados Unidos, Brasil y sospechas de que el cannabis colombiano llego a argentina.
En el comienzo de la década de los 60´s y hasta mediado de los 80´s un periodo de la historia el cual marco para siempre la historia del país, en la parte económica, en la cual las grandes elites colombianas desempeñaron un papel fundamental en el lavado de dineros provenientes de la llamada “Bonanza Marimbera” la cual tuvo su inicio en el norte del país, y fue influenciada por la llegada de los Cuerpos de paz a Colombia, en el año 1961 durante la Alianza para el Progreso, un programa de ayuda política y social impulsada por el gobierno estadounidense en América Latina. Este que los voluntarios yankees fueron los primeros en incursionar con este negocio exportando marihuana al detal para su ciudad natal y de esta manera aprovechar un producto emergente, en el cual los habitantes locales veían una oportunidad de acceder al dinero fácil, que en su momento con la crisis del algodón que estuvo fuertemente ligada al contrabando de fibras sintéticas que a mediados de la década de los 70´s llevo que el 80% de los agricultores de la Costa Norte se dedicaran al cultivo de cannabis.
Los traficantes de la zona, tomaron como sede de sus actividades ilícitas y de comercio las ciudades de Magdalena, Cesar y Guajira, y como zona de producción el Parque Tayrona en la Sierra Nevada de Santa Marta. Allí se cultivaba un cannabis muy peculiar que, por su aspecto visual fue llamado por los gringos Santa Marta Gold. La hierba ,de alta psicoactividad y calidad en comparación al resto de zonas del país, hizo emerger la población una oportunidad de auge para esta actvidad, que al ser aprovechada por los habitantes locales, también tuvo una acogida por parte de las mafias gringas, quienes enviaban cultivadores especializados a las zonas de cultivo, quienes cuidaban de las cosechas, que eran pagadas por adelantado, en el mayor de los casos, y que después recogidas, eran compradas por los estadounidenses quienes llegaban a los puertos de las ciudades marimberas por sus cargamentos.
Debido a la cantidad de “emprendedores” que surgían en el negocio, y la creciente cantidad de dinero pagado en forma de dólares que se esparcía desde los puertos hasta cada uno de los habitantes de las ciudades, fue surgiendo una permisividad, y corrupción por parte de las autoridades, que permitían trabajar, en las zonas de cultivo y movilizar las cosechas , hasta los puertos para ser transportados en avión o en barco, y que, en algunos de los casos eran ellos mismos quienes transportaban los cargamentos hasta la zona de recogida donde los gringos esperaban los cargamentos para ingresarlos a estados unidos y así multiplicar sus ganancias, que por la calidad del cannabis de estas zonas tenía una creciente demanda que se extendió hasta poder exportar toneladas, y que a pesar de la ola prohibicionista lograba llegar hasta las calles de las principales ciudades en USA.
La bonanza marimbera llego a sus fines a mediados de los 80 ́s, debido a la intensificación de la guerra contra las drogas que dificultaba cada vez más y más el embalaje y el transporte del cannabis.
Toda actividad ilegal, genera activos que tienen que ser lavados de alguna manera, y que en Colombia, uno de los países suramericanos con más índices de corrupción fue posible gracias a que en el periodo en el que se dio la bonanza, cumplía con su periodo electoral el presidente Alfonso Lopez Michelsen permitió nacionalizar los dineros que entraban por parte de los yankees, por medio de un mecanismo que adoptó el nombre de “ventanilla siniestra”. El mecanismo no era más que una ventanilla del Banco de la Republica por la cual se ingresaban dólares, a cambio de pesos, sin tener en cuenta la procedencia de los dineros. Durante su gobierno se hicieron indagaciones sobre los dineros calientes que ingresaron por dicha ventanilla un asunto que el ex presidente evadió con tan solo decir que no había termómetro para medirle la temperatura a los dineros que ingresaban por dicha ventanilla, iniciando así una nueva era de corrupción institucional en las fuerzas del orden.
La bonanza marimbera llego a sus fines a mediados de los 80´s, debido a la intensificación de la guerra contra las drogas que dificultaba cada vez más y más el embalaje y el transporte del cannabis hasta los puertos de embarque y pistas de aterrizaje, la falta de un preciso control de rutas por parte de las mafias locales; además de un creciente trafico de cocaína que se extendia por sus grandes costos y la acreciente demanda gringa por el producto, lo cual fue determinante en la aparcion del el narcotráfico en Colombia. Esto tuvo como consecuencia que, llevo a los americanos a especializarse en el cultivo de cannabis, en el cual se desarrollaron algunas de las genéticas mas famosas y de gran renombre en el mercado y como una negativa, que el patrimonio genético colombiano fue deteriorado y practicamenet arrasado, en el cual las genéticas traídas por los gringos para las mejoras en la producción y en los cultivos, termino desplazando los genes autóctonos colombianos, siendo reemplazados actualmente por el cannabis callejero mal llamado creepy, lo que actualmente inunda las calles del mercado y la mayoría de territorios donde se cultiva cannabis en Colombia.
Actualmente hay varios colectivos y empresas dedicadas a la conservación de las genéticas, entre los cuales en Colombia se encuentra Sativa Nativa, y a nivel internacional Cannabiogen que en un intento por preservar este patrimonio genético ha logrado rescatar algunas líneas clásicas de nuestro país.