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Diez trucos para planificar la temporada de cultivo

¿Tienes ganas de que empiece la temporada de cultivo? Este año promete grandes cosechas y magníficos cogollos para los cultivadores de cannabis. Si queremos obtener los mejores resultados y la resina más potente, es importante una buena planificación del año, que nos permita realizar tantas cosechas como queramos y coordinar bien las fechas de siembra y cosecha. Seguid nuestros consejos y no os arrepentiréis. 

Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo
Diez trucos para planificar la temporada de cultivo

¿Quieres saber más? 

La versatilidad del cannabis es tremenda, ya que puede cultivarse en condiciones y épocas muy distintas. Pocas especies son capaces de crecer fácilmente en interior, en exterior, en primavera, verano, otoño y hasta invierno (siempre que se les aporte algo de luz artificial para alargar el fotoperiodo y se evite que sufran temperaturas excesivamente bajas). Mientras las temperaturas mínimas se mantengan habitualmente por encima de los 10 ºC, aunque pueden soportar breves periodos entre 0º y 10 ºC, y las máximas se acerquen a los 18-20 ºC, las plantas irán creciendo y desarrollándose correctamente. Por supuesto, más luz y más calor darán plantas más grandes, cogollos más potentes y, en general, mejor producción. Pero las plantas cultivadas en condiciones más frías también hacen cogollos, resina y THC. El consumidor que autocultiva lo que quiere es cubrir sus necesidades anuales de cannabis sin tener que recurrir al mercado negro ni gastar mucho dinero. 

Los clubes de consumidores son fantásticos y permiten que aquellos que no quieren o no pueden cultivar accedan a cannabis de calidad. También los cultivadores son frecuentemente socios de algún club donde pueden conseguir nuevas variedades y productos cannábicos como el hachís o los extractos, así como entrar en contacto con otros aficionados al cannabis, consumir en un lugar tranquilo y sin temor a que la policía les ponga una multa. Pero para el auténtico cultivador, no hay nada comparable a fumarse un cogollo que han visto crecer.

Las autoflorecientes alcanzan su máxima calidad cuando florecen entre mayo y julio.

Las autoflorecientes alcanzan su máxima calidad cuando florecen entre mayo y julio. 

Cultivo de interior 

El ciclo de vida de una planta de cannabis de interior, desde la germinación de la semilla hasta la cosecha, dura entre tres y cuatro meses, dependiendo de la variedad. Aunque podrían hacer tres o cuatro cosechas anuales, muchos cultivadores de interior solo hacen dos al año para evitar los problemas del exceso de calor que producen las lámparas. Aunque las nuevas luminarias de led generan mucho menos calor que las clásicas lámparas de sodio de alta presión, los armarios pequeños siguen calentándose bastante y, sobre todo en verano, esto genera problemas de estrés en las plantas. Las dos cosechas más fáciles de realizar en interior aprovechan los meses más fríos. La primera empieza germinando las semillas en el mes de enero y se cosecha en abril, y la segunda se germina en septiembre y se cosecha en diciembre. 

En interior, la mayor producción se logra cuando hay una gran densidad de plantas.

En interior, la mayor producción se logra cuando hay una gran densidad de plantas.

Cultivo de exterior 

En exterior, la cosecha normal se siembra en abril o mayo y se cosecha entre septiembre y noviembre, dependiendo de lo temprana o tardía que sea la variedad. En general, las variedades más rápidas están listas a mediados de septiembre y las más lentas, a finales de noviembre o incluso en diciembre. Esta cosecha se realiza con variedades fotodependientes, que son aquellas que no empiezan a florecer hasta que el fotoperiodo se lo indica, lo que suele suceder entre mediados de julio y mediados de agosto.

Autoflorecientes 

Las variedades autoflorecientes o automáticas se han ido haciendo un hueco importante entre los cultivadores domésticos porque se desarrollan muy rápido y no dependen del fotoperiodo para empezar a florecer. La duración de su ciclo es siempre igual, depende de cada variedad, y, por lo general, tardan entre dos y tres meses desde la germinación hasta la cosecha, independientemente de la duración de los días y las noches. 

La capacidad de florecer en cualquier fotoperiodo es la principal ventaja de las variedades automáticas.

La capacidad de florecer en cualquier fotoperiodo es la principal ventaja de las variedades automáticas. 

Se pueden sembrar en cualquier momento y sabremos siempre cuándo van a estar maduras para la cosecha. Por ejemplo, una variedad de setenta días siempre estará madura setenta días después de que germine, en cualquier época del año. La única diferencia será el tamaño que alcance y la producción que tenga: si se desarrolla en meses con muchas horas de sol crecerá más que si lo hace en meses de días cortos. Por esta razón, los meses de mayo, junio y julio son los más indicados para cultivar automáticas y lograr buenas cosechas, mientras que en noviembre, diciembre y enero se quedarán mucho más pequeñas y la producción será menor. Esto no es necesariamente un problema: siempre que la temperatura sea lo suficientemente cálida y las plantas reciban al menos unas cuantas horas de sol directo, los cogollos se formarán, lo único que tendremos que hacer es poner más plantas por metro cuadrado para que la cosecha total sea suficiente.

Seis cosechas anuales

Protegeremos las plántulas pequeñas de las plagas y el mal tiempo, puesto que son muy débiles durante las primeras semanas.

Protegeremos las plántulas pequeñas de las plagas y el mal tiempo, puesto que son muy débiles durante las primeras semanas. 

Combinando cultivo de interior y exterior y planificando bien las fechas se pueden realizar hasta seis cosechas anuales sin demasiadas complicaciones: 

- Las dos de interior de las que hemos hablado más arriba, una desde enero o febrero hasta abril o mayo y la otra de septiembre a diciembre. 

- Entre febrero y mayo haremos una cosecha mixta interior/exterior de primavera, en la que germinaremos y creceremos las plantas en interior junto con las de la primera cosecha de interior, pero, a la hora de florecer, las sacaremos al exterior en marzo, para que florezcan hasta mayo bajo el fotoperiodo natural de primavera, que también es adecuado para la floración de las fotodependientes. 

- En exterior haremos dos con variedades fotodependientes: la normal de verano de mayo a octubre y la postvacacional de sativas de agosto a noviembre. 

- Por último, haremos una cosecha de exterior con variedades autoflorecientes que sembraremos en abril y cosecharemos en junio o julio.

Conclusión 

Las sativas tienen una floración tan tardía que se pueden sembrar en agosto y cosechar en noviembre.

Las sativas tienen una floración tan tardía que se pueden sembrar en agosto y cosechar en noviembre. 

Este plan para realizar seis cosechas anuales funciona y lo hemos llevado a cabo varias veces, pero requiere escoger bien las variedades a cultivar y dedicar mucho tiempo a cuidar las plantas en interior y exterior, preparar abonos, estar pendiente de las condiciones de temperatura y humedad en el armario del interior y en el cultivo de exterior. A veces habrá que poner las plantas de exterior a resguardo si llega una noche de helada en marzo que pueda dañar la cosecha de primavera. También las tormentas de octubre o noviembre pueden romper las plantas de la cosecha de exterior. Y hay que vigilar la aparición de plagas y fumigar las plantas preventivamente para evitarlo. 

En otras palabras, seis cosechas son muchas y, salvo que os encante cultivar tanto como a nosotros, seguramente son demasiadas para el cultivador medio. Sin embargo, no necesitamos hacerlas todas, simplemente escogeremos las que más nos apetezcan. Si lo que queremos es asegurarnos una producción decente sin muchas complicaciones, nos limitaremos a la cosecha normal de exterior (que es la que suele dar producciones más altas) y a la de autoflorecientes de mayo a julio (que es la más rápida y menos problemática). 

Estas plantas crecen en interior en enero y saldrán al exterior a final de febrero para florecer en primavera.

Estas plantas crecen en interior en enero y saldrán al exterior a final de febrero para florecer en primavera. 

Un cogollo de interior, casi listo para la cosecha.

Un cogollo de interior, casi listo para la cosecha. 

Una pequeña planta en la ventana no dará mucho, pero algo es algo.

Una pequeña planta en la ventana no dará mucho, pero algo es algo. 

Esta plantación de guerrilla está protegida de ladrones y curiosos gracias a una gran zarza que rodea el espacio.

Esta plantación de guerrilla está protegida de ladrones y curiosos gracias a una gran zarza que rodea el espacio. 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #314

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