Oro en seco 2.0
Hace unos números hablamos del oro en seco refiriéndonos a una extracción en seco que hicimos con las bolsas que usamos para hacer extracciones con agua y hielo.
Hace unos números hablamos del oro en seco refiriéndonos a una extracción en seco que hicimos con las bolsas que usamos para hacer extracciones con agua y hielo. En este capítulo hablaremos de una forma más refinada de hacerlo, la 2.0, por lo que la calidad del producto final será mucho mejor.
La calidad que se puede conseguir mediante los procesos mecánicos es máxima si no olvidamos ser un poco cuidadoso durante el proceso. Esta es una técnica que vale la pena probar, pues no requiere ningún tipo de maquinaria específica y su elaboración no conlleva ningún riesgo.
A diferencia de cuando usamos las bolsas de extracción en agua y hielo, emplearemos material más específico que nos permita darle una limpieza extra de impurezas al Dry Sift y mejorar la calidad del producto final. Existe alguna empresa que distribuye los marcos de tamizado de 70 y 150 micras, pero no son fáciles de encontrar. Otra posibilidad es comprar las mallas por separado y enmarcarlas nosotros o llevarlas a enmarcar. Es muy importante que la malla quede tensa y esté bien fijada para poder aplicar cierta presión sobre ella y que no se suelte accidentalmente.
Proceso
Materiales
- Mallas rígidas con marco de 70 y 150 micras.
- Tarjeta de plástico o similar.
- Espejo, cristal, metacrilato o similar.
- Cogollos y restos de manicura.
- Introducir la materia vegetal seca en el congelador de 3 a 4 horas antes de empezar con la extracción.
- Colocar primero el espejo, encima del cual pondremos las mallas rígidas. Primero, la de 70 micras con los bordes del marco apoyados en el espejo (del revés); segundo, colocar un elevador en cada esquina (3/5 cm) y poner encima la malla de 150 micras, con el marco mirando hacia arriba.
- Sacar los cogollos y restos de manicura del congelador y colocarlos sobre las mallas. Desmenuzar y remover con las manos, intentando no destruir demasiado y así evitar que se cuelen impurezas por las mallas.
- Retirar la materia vegetal de la malla con la ayuda de una tarjeta o similar.
- Al retirar la malla rígida de 150 micras ya se observará el hachís depositado encima de la malla de 73 micras.
- A partir de este punto empezamos con el proceso de limpieza. Con la ayuda de una tarjeta empezar a esparcir y a juntar el hachís con delicadeza por toda la superficie de la malla con ligeros movimientos de muñeca, como se observa en la fotografía. Este proceso ha de durar de 45 a 60 minutos, para así asegurar que todos los tricomas partidos y las impurezas pasen por la malla de 73 micras, depositándose en el espejo.
- Recolectar el hachís de encima de la malla de 73 micras.
- Apartar la malla rígida de 73 micras y recolectar el “hachís” que ha quedado depositado en el espejo. En esta pasada encontramos tricomas pequeños y partidos, junto con materia vegetal de tamaño inferior a las 73 micras, así como pequeñas partículas de polvo e impurezas que hayamos podido limpiar del primer proceso.
El toque mágico
- Es importante que la materia vegetal esté bastante seca para maximizar el rendimiento, pero no tanto como para que se desmenuce demasiado y se convierta prácticamente en polvo, y así evitar que se cuelen impurezas vegetales en nuestro Dry Sift.
- Debido a que trabajamos con material seco, el Dry Sift lo podremos tanto consumir como prensar desde el primer momento. Es una cuestión de gustos prensarlo o no, pero si no vamos a consumirlo en los siguientes días es aconsejable prensarlo para frenar su oxidación. Almacenar en un lugar seco, fresco y oscuro.
- Si en la primera pasada desmenuzamos y removemos muy poco la materia vegetal y somos cuidadosos, podremos conseguir una primera calidad excelente, que aunque en muy poca cantidad, vale la pena degustar por separado.