Como su nombre indica, la extracción final es muy parecida a las piedras lunares o volcánicas, con infinidad de pequeñas perforaciones. Al tener un aspecto tan llamativo, se ha hecho bastante famosa en dispensarios de todo Estados Unidos.
A modo de resumen podríamos decir que es muy parecido al honeycomb, del que hablamos en el anterior número, pero en esta ocasión trabajaremos con maquinaria semiprofesional para poder conseguir el efecto deseado. Cuando hablamos de maquinaria semiprofesional nos referimos a un pequeño simulador de horno de secado al vacío, que aunque supone una inversión por parte del autocultivador es una forma “casera”, asequible económicamente y muy efectiva, que nos evita tener que hacer una gran inversión en un horno de secado al vacío.
Es importante recordar que si vamos a usar la extracción como coadyuvante de algún tratamiento deberíamos hacer un análisis para asegurarnos de que hemos evaporado el gas en su totalidad. También es interesante trabajar con variedades con niveles significativos de CBD (+ de un 5%) para minimizar los “efectos secundarios” (como el efecto psicoactivo, la sequedad de boca, etc.) del THC y poder subir los niveles de consumo en caso de que fuera necesario.