La fase vegetativa es un período crucial en el ciclo de vida de una planta de cannabis. Esta etapa tiene lugar después de la germinación y antes de la floración. En estado incipiente, las plantas presentan un tallo corto y dos cotiledones redondeados.
En las sucesivas 3 semanas las plantas comienzan a madurar y producen una gran cantidad de hojas de abanico, marcando el inicio de la fase vegetativa.
La fase vegetativa tiene una duración entre 3 y 16 semanas dependiendo de la genética de la variedad. Durante este tiempo se produce un crecimiento explosivo, que apreciaremos tanto en el tallo como el espacio entre nudos.
El tamaño de la planta suele ser proporcional al de la cosecha. Es decir, a mayor tamaño de la planta, mayores serán los nudos y flores que desarrolle. De ahí que convenga evitar estos errores en la fase de crecimiento:
1- Las plantas no crecen
Uno de los errores más comunes en la fase de crecimiento es el estancamiento de las plantas en su crecimiento o un crecimiento muy lento. Esto puede deberse a varios motivos: exceso de nutrientes, falta de control en la temperatura y en la humedad.
Exceso de nutrientes
El cannabis es una planta que necesita alimentarse durante todo el ciclo de vida para producir grandes cosechas. Pero a veces nos pasamos con el riego de fertilizantes provocando una sobrefertilización. Pero ¿cómo reconocer que la planta presenta un exceso de nutrientes? Para ello deberás fijarte en estas señales:
- El color de las hojas es de un verde mucho más intenso.
- Las hojas se arrugan y se enroscan hacia el interior (forma de garra).
- Las puntas de las hojas aparecen quemadas.
¿Cómo solucionar un error de sobrefertilización? Para eliminar el exceso de nutrientes procederemos a un lavado de raíces. Con ello, eliminaremos el exceso de sales del sustrato.
Temperaturas muy bajas o muy elevadas
La temperatura ideal en nuestro cultivo deberá oscilar entre 23-25ºC. Si la temperatura supera los 28ºC provoca una mayor evaporación y el cultivo está más expuesto a las plagas.
Por el contrario, con temperaturas inferiores a los 18ºC se produce una ralentización en el metabolismo de las plantas, dificultando la asimilación de los nutrientes.
Humedad alta o baja
Un aumento en los parámetros de humedad puede provocar la aparición de algún hongo (oídio, mildiu, botrytis…). Sin embargo, si la humedad es demasiado baja puede causar deshidratación y atraer a ciertas plagas como la araña roja o la mosca blanca, entre otras.
Desde Buddha Seeds aconsejamos mantener los siguientes niveles de humedad para cada etapa:
- Germinación: 70-80%
- Crecimiento: 55-70%
- Floración: 40-50%
2- Plantas débiles que se espigan
La iluminación es clave para el crecimiento y desarrollo de las plantas. En exterior buscaremos la zona con mayor exposición a la luz solar directa. En el caso de cultivos indoor podemos seleccionar entre los siguientes tipos de luminaria:
-Sodio (HPS): se trata de lámparas de alta presión de sodio con un coste económico bajo pero un consumo energético elevado.
-Halogenuros Metálicos (HM): tienen un espectro blanco/azulado, ideales para la fase vegetativa.
-Light Emitting Diode (LED): presentan la ventaja de no generar calor y proporcionar una mayor producción.
-Compact Fluorescent Light (CFL): son ideales para la germinación, realizar esquejes o el mantenimiento de madres.
3- Extracción y ventilación suficiente para tu cultivo
Otro de los errores más comunes en el cultivo de cannabis durante la fase de crecimiento es una inadecuada ventilación en el indoor. Como consecuencia de ello se puede producir un exceso de humedad o bien alcanzar elevadas temperaturas.
Por este motivo es aconsejable la instalación de ventiladores: ayudan a remover el aire por medio de las plantas y reducen la humedad previniendo la aparición de plagas y hongos
4- Volumen o número de macetas inadecuado
Otro error común en la fase vegetativa es realizar un mal cálculo del número de plantas que caben en el indoor y la cantidad de sustrato. El tamaño de nuestra maceta influirá en la producción. ¿Cómo saber el número de macetas que caben en el armario de cultivo? La respuesta está en aplicar la regla de los 100 litros de sustrato por metro cuadrado. Para averiguarlo dividimos el número de litros de sustrato entre la capacidad de la maceta que vamos a usar. El resultado final es el número de macetas que podemos usar con ese volumen de tierra.
Veámoslo en el siguiente ejemplo:
Tenemos un armario de 1,20×1,20x2m. En este armario entran 120 litros de sustrato y vamos a cultivar en macetas de 7 litros. Si dividimos el volumen de tierra entre la capacidad de la maceta (120:7= 17,142), nos dará como resultado que tenemos una capacidad aproximada de unas 17 u 18 macetas en el armario.
5- No tomar medidas preventivas
Por último, pero no por ello menos importante, encontramos el error de falta de prevención de plagas y/o enfermedades. Por ejemplo, es necesario realizar aplicaciones de aceite de Neem y cola de caballo en nuestro cultivo cada 15 días. Podemos alternarlos y aplicar uno cada semana hasta finalizar la prefloración, cuando aún no se han formado las flores.
La limpieza en el interior de nuestros cultivos es otro factor muy importante en la prevención. Hay cultivadores que se cambian de ropa antes de entrar en sus cultivos. De esta manera se evita la introducción de una plaga del exterior.
Esperamos que os hayan sido útiles estos consejos. Seguro que os habéis visto reconocidos en algún caso. Pero como decíamos ¡de los errores se aprende!