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Cómo hacer semillas feminizadas en casa: guía práctica (primera parte)

Esta hembra fue fumigada con STS cuando ya estaba empezando a florecer, por eso tiene flores hembra junto a las flores macho.
Esta hembra fue fumigada con STS cuando ya estaba empezando a florecer, por eso tiene flores hembra junto a las flores macho.

Me han preguntado muchas veces cómo se hacen las semillas feminizadas y si es fácil llevar a cabo el proceso en casa. Vamos a adentrarnos en este tema, en las técnicas que se pueden usar y en sus ventajas e inconvenientes. No es una técnica para novatos totales pero tampoco hace falta un doctorado en biología; basta con conseguir algunos productos no muy habituales, prestar un poco de atención y poner un cierto cuidado en el proceso.

Hoy en día son muy pocos los cultivadores que siembran semillas regulares, de las que producen machos y hembras, por lo que casi ninguno tiene acceso habitualmente a plantas macho y su polen. La producción de semillas regulares es muy simple: basta con poner una planta macho y una hembra juntas para que se polinicen las flores de la hembra y, un par de meses después, tendremos una enorme cantidad de semillas. También se puede realizar una polinización controlada si no queremos polinizar toda la planta. En ese caso hay que mantener la planta macho aislada de las hembras y, cuando florece, recoger un poco de polen y con la ayuda de un pincel polinizar solo un par de cogollos de la hembra, así obtendremos unas docenas de semillas, mientras el resto de los cogollos permanece sin semilla. El problema de hacer semillas cruzando una planta macho y una planta hembra es que las semillas resultantes serán regulares y no feminizadas, es decir, aproximadamente la mitad darán lugar a plantas hembra y la otra mitad, a plantas macho. Para la mayoría de los autocultivadores actuales esto resulta un engorro innecesario, ya que les hace perder la mitad del espacio con machos y hay que ocuparse de sexar las plantas y eliminar los machos antes de que se abran las flores.

Digamos que nos hemos mal acostumbrado a la sencillez de cultivar semillas feminizadas y ya no queremos otra cosa. Entonces, ¿podemos hacer semillas feminizadas en casa? La respuesta es sí, aunque no es tan fácil como hacer semillas regulares.

Cruzar hembra con hembra

"Hay distintas circunstancias y técnicas que pueden llevar a una planta hembra a producir flores macho"

La clave de la producción de las semillas feminizadas es que en el proceso no interviene ninguna planta auténticamente masculina. Siempre se utilizan dos hembras, pero una de ellas se manipula para que brote flores macho. Las flores macho que aparecen en una planta hembra dan polen, pero ese polen tiene la carga genética de la hembra, por lo que al polinizar una flor hembra nos encontramos que se cruzan dos genéticas hembra y el resultado son semillas feminizadas, que siempre dan lugar a plantas hembra.

Hay distintas circunstancias y técnicas que puede llevar a una planta hembra a producir flores macho. A veces ocurre simplemente porque las plantas están estresadas por un fotoperiodo caótico donde días largos y cortos se alternan o un nivel extremo de pH o salinidad en la tierra. Otras veces ocurre de forma natural al final de la floración: de repente una hembra brota unas pocas flores macho. También hay ciertos productos químicos como el ácido giberélico o el tiosulfato de plata que tienen esta capacidad de cambiar el sexo de la planta; aunque es una expresión incorrecta, en realidad no cambian su sexo, pero sí hacen que broten flores del sexo contrario.

Flores macho empezando a aparecer unos días después de la tercera fumigada con STS.
Flores macho empezando a aparecer unos días después de la tercera fumigada con STS.

La rodelización

Este sistema es el que menos intervención requiere para que una hembra haga flores macho. Básicamente, todas las plantas de cannabis tienen esta capacidad para poder reproducirse en condiciones extremas, cuando no hay ningún macho disponible para polinizarlas. Imaginemos que, por alguna razón, en una población de plantas de cannabis no han brotado machos; pudiera ser casualidad o que una plaga ha atacado solo a los machos o que una tormenta fuerte les ha arrancando las flores antes de que pudieran llegar a polinizar a las hembras. En esa situación, las plantas hembra se encontrarían con que van brotando flores pero se les marchitan antes de ser polinizadas. Al final de la temporada, si no consiguen hacer semillas, se enfrentarían al peligro de extinguirse; al fin y al cabo, el cannabis es una planta anual y la generación de plantas del año que viene depende de las semillas que se producen este año: caen al suelo en otoño, pasan el invierno enterradas y germinan en primavera. En una situación así, al final de la floración, casi todas las plantas brotan algunas flores macho que producen algo de polen, no mucho, pero lo suficiente como para asegurar la producción de unas pocas semillas. Podríamos decir que es una especie de seguro de supervivencia que tienen las plantas.

Flores macho abundantes.
Flores macho abundantes.

La rodelización es una técnica supersencilla que se basa simplemente en no cosechar la planta en el momento de siempre y dejar que siga floreciendo durante varias semanas más de lo habitual para forzar la producción de esas flores macho que actúan como seguro de supervivencia. A veces brotan flores macho completas que se abren y dejan ver varias anteras, que son las estructuras donde se forma el polen. Son de pequeño tamaño (de 3 a 5 mm de largo), color amarillo y forma similar a un plátano, por eso los cultivadores las denominan platanitos o bananas. Otras veces aparecen solo los platanitos sueltos, sin formar parte de una flor macho completa. Por lo general, cuando aparecen ya es bastante tarde como para polinizar las flores de la planta en la que salen, sobre todo si queremos cosecharla antes de que los cannabinoides se degraden. Lo mejor es recogerlos con mucho cuidado y usar el polen que contienen para polinizar una planta hembra que esté empezando a florecer.

Las semillas producidas por estos platanitos nacidos en plantas hembra y usados para polinizar otras hembras son feminizadas, pero el problema es que no todas las plantas brotan estas flores macho con la misma facilidad y, aunque lo hagan, suelen haber muy poquitas y la producción de semillas es muy escasa, a menudo tan solo unas pocas.

Tiosulfato de plata

"La aplicación de tiosulfato de plata es el sistema más utilizado para la producción de semillas feminizadas"

Llamado habitualmente STS por sus siglas en inglés (silver thiosulfate), el tiosulfato de plata o hiposulfito de plata es un compuesto químico que tiene la particularidad de inhibir la producción de etileno, es decir, lo destruye y/o evita su formación en la planta, una propiedad por la que se utiliza como tratamiento postcosecha en el cultivo de flores de corte, ya que retrasa su senescencia, en otras palabras, logra que flores como claveles, rosas o tulipanes duren más tiempo sin estropearse.

Aplicado a las plantas hembra de cannabis en el periodo inmediatamente anterior y posterior al inicio de la floración, logra la producción abundante de flores macho con polen fértil, aunque su efectividad varía entre unas variedades y otras. Este es el truco principal para cambiar el sexo en las plantas hembra: eliminar completamente el etileno. La aplicación de tiosulfato de plata es el sistema más utilizado por los bancos de semillas de cannabis para la producción de semillas feminizadas y, aunque requiere ciertos cuidados para aplicarse, no es un procedimiento complejo.

Ingredientes para elaborar STS

Para hacer tiosulfato de plata necesitaremos tiosulfato de sodio y nitrato de plata. Estos dos productos químicos no son difíciles de conseguir ni peligrosos, pero tampoco son inocuos. No explotan fácilmente ni son muy tóxicos, pero tampoco deben manejarse sin ningún cuidado o dejarlos al alcance de los niños o de personas inexpertas. Hay que leerse bien este artículo al menos dos veces antes de empezar a mezclar productos y conseguir todos los ingredientes necesarios. Además del tiosulfato de sodio y el nitrato de plata, necesitamos una botella fumigadora de plástico, agua destilada, una balanza de precisión capaz de pesar cinco gramos o menos y una jeringuilla que nos permita medir mililitros con precisión.

El tiosulfato de sodio, también llamado hiposulfito sódico, es un compuesto inorgánico cristalino cuya fórmula es Na2S2O3, y habitualmente se encuentra en forma de pentahidrato. Se utiliza en medicina como antídoto contra el envenenamiento por cianuro y como antifúngico de uso tópico contra ciertos hongos. También es usado por los aficionados a los acuarios, pues sirve para eliminar el cloro del agua. Se puede comprar en farmacias o por internet y no es nada caro: cien gramos se venden en eBay por menos de cinco euros.

El nitrato de plata es un sólido cristalino incoloro de fórmula AgNO3. Como la mayoría de los compuestos de plata, no es soluble en agua. Es fotosensible, por lo que se oscurece en cuanto le da la luz. Es un compuesto oxidante que se usa, entre otras cosas, como antiséptico y desinfectante por vía tópica. Se usa para eliminar verrugas. Y esa propiedad es la que vamos a utilizar para conseguirlo. Se venden en las farmacias unas barritas que contienen un poco de nitrato de plata en la punta y que se usan para quemar verrugas por sus propiedades cauterizantes. Este medicamento se llama Argenpal y hay que tener cuidado de que no nos toque la piel o las mucosas para evitar quemaduras. Las barritas de Argenpal vienen en un pequeño bote de color ámbar para que la luz no degrade el nitrato de plata. Se puede comprar sin receta en cualquier farmacia pero, como ya no se demanda mucho, a veces hay que recorrer varias farmacias hasta encontrarlo o encargárselo al farmacéutico para que nos lo traiga.

En la segunda parte de este artículo detallaremos el procedimiento de elaboración del tiosulfato de plata, así como cuándo se debe aplicar a las plantas hembra para lograr la producción de flores macho. Luego veremos cómo se recoge el polen de las flores y cómo y cuándo se debe usar para polinizar las hembras y lograr una correcta producción de semillas sin afectar al normal desarrollo de los cogollos sinsemilla. O cómo recogerlo y conservarlo durante meses para poder usarlo más adelante en futuras cosechas.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #281

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