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En la oscuridad del alma

Con ‘True Detective: Noche polar’ la antología policíaca cambia de showrunner para recuperar la atmósfera absorbente y angustiante de la primera entrega. La mexicana Issa López nos traslada al Ártico y cuenta con un bastión de excepción: Jodie Foster. 

El 12 de enero de 2014 se estrenaba la primera temporada de True Detective en HBO y enseguida la serie creada por Nic Pizzolato recibió críticas muy favorables, convirtiéndose en una de las ficciones televisivas por excelencia de la década pasada y continuando a su vez ese lema que decía que HBO no era tan solo televisión, sino mucho más. 

No obstante, pese a repetir en las siguientes dos temporadas los elementos de prestigio que auparon la primera entrega, la serie no consiguió mantener el nivel alcanzado entonces, perdiéndose en la maraña de la denominada TV Peak, esto es, del alud de propuestas que llegaron durante los últimos años de 2010 con el desembarco de las diversas plataformas de streaming. “¿Había alguna posibilidad de recuperar el espíritu de aquella primera temporada?”, se preguntaban los fieles de la antología. La respuesta a ese interrogante parece haber llegado una década más tarde, con True Detective: Noche polar, la cuarta temporada de la ficción, en HBO Max desde el pasado 15 de enero, capitaneada por la mexicana Issa López, que aterriza dispuesta a renovar los códigos de la serie para recuperar esa atmósfera absorbente y angustiante, por momentos sobrenatural, que cautivó al público de hace diez años. 

De entrada, la propuesta de López cuenta con un bastión interpretativo de excepción: Jodie Foster en el rol protagonista. La actriz de El silencio de los corderos encarna a la detective Liz Danvers, a quien le acompaña Kali Reis, en el rol de su reacia compañera, Evangeline Navarro. Tres mujeres, creadora y actrices protagonistas, que han de lidiar a lo largo de seis capítulos con la desaparición en circunstancias misteriosas de ocho hombres que dirigen la Estación de Investigación Ártica Tsalal, un hecho que podría estar relacionado con un asesinato sin resolver del pasado, y con un escenario inédito, los largos días de invierno sin sol en Ennis, Alaska, más de 200 kilómetros al norte del círculo polar ártico. “El paisaje es un personaje, el tercer personaje”, comentaba López en una entrevista en Dallas al día. “Estas dos mujeres tienen mucha historia entre ellas y batallan sus propios demonios. Se reúnen para resolver este misterio, pero ese misterio las va a destrozar”. 

Ecos de Clarice Starling

True Detective: Noche polar

En esta cuarta temporada, la detective Liz Danvers (Jodie Foster) se enfrenta a la misteriosa desaparición de ocho hombres que dirigen la Estación de Investigación Ártica Tsalal, 200 kilómetros al norte del círculo polar ártico.

Aunque Noche polar es una propuesta enmarcada en la antología True Detective, el proyecto original no tenía nada que ver con la serie. La showrunner explicaba en Entertainment Weekly que propuso a HBO la idea de una ficción sobre “un asesinato misterioso en el hielo”, y que fueron los ejecutivos de HBO los que sugirieron que podría ligarse a la antología creada por Pizzolato. Así, cuando se pusieron de acuerdo, López tuvo que ponerse manos a la obra para “rememorar lo que conectó tan poderosamente con tanta gente en todo el mundo, pero al mismo tiempo, hacerlo con tu propia voz y haciéndolo tuyo”. 

A la directora no le gustaría que su propuesta fuera comparada con las otras tres primeras temporadas de la ficción, pero resulta imposible no relacionar la presencia de Foster en la serie con el personaje que nos descubrió el poder interpretativo de la actriz en toda su madurez: Clarice Starling, la detective que se enfrenta a Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, de Jonathan Demme. Dos mujeres detective, un crimen atroz y una persecución a contrarreloj que es asimismo un viaje a las zonas más oscuras del alma. Algo más que parecidos razonables.

De hecho, cualquier guiño a esa película, contaba la creadora y directora de Noche polar a Entertainment Weekly, es absolutamente intencionado. Para López, hay un hilo invisible que vincula esa película con Se7en, de David Fincher, y la primera temporada de True Detective. “Está muy influida por Se7en. Y Se7en es, obviamente, descendiente directa de El silencio de los corderos”, reflexionaba en esa entrevista con la publicación estadounidense. “Ir al origen y abrazar la misma obra que inició toda la tendencia, que es Jodie, y ponerla de nuevo en el universo…, creo que es hablar con los fans”, decía, para apuntar, finalmente, que “es imposible hacer ficción sobre asesinos en serie de la misma manera después de Hannibal. El libro es extraordinario, pero fue la película [la que lo hizo] y fue Jodie, así que estaba claro que teníamos que volver ahí”.

Además, como confiesa la realizadora, poder tener a Foster en la cuarta temporada de True Detective era lo más parecido a cumplir un sueño. La ganadora de dos Oscar de la Academia es conocida por ser algo esquiva a la hora de aceptar según qué papeles, pero Foster aceptó finalmente reunirse con la mexicana tras ver Vuelven (2017), fábula oscura sobre cinco niños que intentan sobrevivir a la horrible violencia de los cárteles y a los fantasmas de la guerra contra las drogas y que situó a la cineasta en el punto de mira de compañeros como Guillermo del Toro. López recuerda que Foster le hizo llegar sus dudas: “No sé cómo encajo yo en este personaje”, le dijo la actriz tal y como recuerda la realizadora. “Juntas discutimos, tomé nota. Me encantó la idea de hacer que una mujer terrible se enfrente el reto de tener que tomar decisiones correctas, finalmente, en su vida”, explicaba en Dallas al día. “Le escribí, amó a su personaje y dijo que sí”.

Foster y una campeona de boxeo indígena

True Detective: Noche polar

Kali Reis es la primera mujer indígena estadounidense campeona del mundo de boxeo y defensora de los derechos de los nativos americanos. Una actriz con suficiente peso para darle la réplica a Jodie Foster en True Detective: Noche polar.

Como Rust Cohle (Matthew McConaughey) y Marty Hart (Woody Harrelson); como Velcoro (Colin Farrell), y Ani Bezzerides (Rachel McAdams); o como Wayne Hays (Mahershala Ali) y Roland West (Stephen Dorff), Danvers y Navarro tienen además la misión de conquistar a un público curtido en ficciones policíacas. 

Para Foster, la serie, sin embargo, posee un valor añadido único, porque “contiene mundos que nunca has visto antes, que tienen un tono espeluznante, escalofriante y emocionante que refleja el viaje interior de los dos torturados detectives”. Danvers, su personaje, “no esté centrado” y es, en palabras de la intérprete, “una especie de antagonista adorable”, como afirmaba en las páginas de Entertainment Weekly

Había que encontrar, eso sí, una actriz de peso para darle la réplica a una intérprete como Foster y la elección no podía haber sido más acertada: Reis, la primera mujer indígena estadounidense campeona del mundo de boxeo y defensora de los derechos de los nativos americanos, es la encargada de ponerse en la piel de Navarro. En esa elección, por supuesto, está la cuestión de la representación de la minoría nativa, ya que el presente de los iñupiaq, pueblo nativo de Alaska, es crucial en la narrativa de Noche polar. “Incluso la parte sobrenatural de la serie tiene mucho que ver con las historias de los indígenas y los nativos de Alaska, y eso era muy importante porque todo tiene su lado oscuro y su lado luminoso”, señalaba Reis. “True Detective es entretenimiento, pero también aborda temas de la realidad que intentamos destacar”, concluye.

 

‘True Detective’: el pecado original 

True Detective

La primera temporada de True Detective, protagonizada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson, se estrenó en enero de 2014 convirtiéndose en una de las mejores series de la década pasada.

Con dos actores de Hollywood de primera fila, Matthew McConaughey y Woody Harrelson, y un equipo emergente, Nic Pizzolato y Cary Joji Fukunaga, la primera temporada de True Detective explicaba la caza de un asesino en serie a lo largo de diecisiete años en la costa del sur de la Luisiana. 

Año 1995: en la pequeña ciudad de Erath la policía local ha encontrado el cadáver de una mujer, desnuda y atada de pies y manos, con unos cuernos de venado en su cabeza, en medio de una plantación de caña de azúcar. Hasta allí se desplazan Cohl y Hart, dos detectives de personalidad opuesta, que son incapaces de resolver el crimen. 

En 2012, Hart y Cohle, son interrogados por separado por los detectives Maynard Gilbough (Michael Potts) y Thomas Papania (Tory Kittles) a propósito de unos asesinatos muy parecidos a los que se enfrentaron en el pasado. 

Oscuridad, nihilismo y un plano secuencia para la historia de la televisión, los seis minutos que ponen fin al cuarto capítulo de la entrega.

‘True Detective 2’: la caída de un mito

Segunda temporada de True Detective.

Seamos sinceros, la segunda temporada de True Detective, protagonizada por Colin Farrell y Rachel McAdams, fue un desastre creativo en casi todos los frentes, comenzando ya desde su primer capítulo, una presentación confusa que concluía con un cadáver en los límites de la ciudad ficticia de Vinci, California. 

Farell es Velcoro, Taylor Kitsch, el oficial Paul Woodrugh, y McAdams, y la detective del condado de Ventura Antigone ‘Ani’ Bezzerides. ¿La misión? Encontrar al asesino de Caspere, un administrador público metido en asuntos inmobiliarios turbios junto a su socio criminal Frank Seymon (Vince Vaughn). La punta del iceberg de una enrevesada trama de corrupción de la que casi ninguno saldrá indemne. 

Puede que la confusión narrativa de esta entrega se deba a las diferencias creativas entre Pizzolatto y Fukunaga, que acabaron con cada uno por su lado; puede que se deba a que los ocho episodios de la temporada fueran dirigidos por varios realizadores, de Justin Lin a John Crowley. En cualquier caso, un paso en falso.

‘True Detective 3’: camino a la redención 

‘True Detective 3’: camino a la redención 

Las brillantes interpretaciones de Mahershala Ali y Stephen Dorff en los papeles de los detectives Wayne Hays y Roland West beneficiaron una tercera entrega que redimió a la ficción del extraño ejercicio anterior. ¿La fórmula empleada? Ser fiel a lo que funcionó y tratar de innovar una vez realizadas las presentaciones. 

De este modo, True Detective 3 nos situaba en tres líneas temporales, 1980 y 1990 y 2015, para seguir la historia de un crimen macabro que involucraba a dos niños desaparecidos en Ozarks, Arkansas. Si en sus primeros compases daba la impresión de que Pizzolato había decidido volver a los pasos dados en la primera entrega del serial –la pareja de policías obsesionados por un crimen que no pudieron resolver en su momento, el sur de los Estados Unidos, las idas y venidas entre las líneas temporales–, la historia de unos personajes en crisis y la cuestión de la memoria se va imponiendo paulatinamente hasta dar forma a un noir sólido que, por otra parte, parecía llegar a destiempo. 

‘True Detective 3’: camino a la redención 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #314

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