La era del dragón en Poniente toma la pequeña pantalla. El próximo 22 de agosto llega a la plataforma HBO Max la primera temporada de La casa del dragón, serie precuela de la que quizá es la ficción más influyente de la pasada década en el audiovisual, Juego de Tronos.
La casa del dragón se estrena en medio de una ola de expectación sin precedentes. Por muy polémicos que fueran los últimos episodios de la serie matriz, no hay duda de que, incluso en los pasajes más denostados por los seguidores, supuso un fenómeno cultural gigantesco y marcó la ficción audiovisual como ninguna otra serie antes. Ahora, dos años después del final de Juego de Tronos y más de una década después de que comenzara la JdT-manía, el universo catódico de los siete reinos comienza a expandirse. Primera parada, la llamada Danza de los dragones, la mayor guerra de la historia de Poniente, que protagoniza Juego de Tronos. Segunda, un spin-off dedicado a Jon Snow, anunciado el pasado mes de junio y que, según se especula, podría seguir al personaje interpretado por Kit Harington después de los hechos con los que concluyó la serie principal. La noticia sobre esta nueva ficción en torno al bastardo Stark ha sido una bomba informativa para los fans y nada más saberse acaparó la conversación en las redes sociales justo el día, por cierto, en que se cumplían seis años de la emisión de La batalla de los bastardos, uno de los más memorables episodios, si no el que más, de la última temporada de Juego de Tronos.
Los acérrimos de Snow deberán aguardar un tiempo más para conocer las diatribas que le esperan al bastardo de Invernalia en esta nueva serie que cuenta con la participación del propio Harington en las tareas de showrunner. La espera se hará menos agónica para el fandom con el inminente estreno de La casa del dragón, que, basada en la primera entrega de las dos que componen Fuego y sangre, de George R. R. Martin, nos retrotrae doscientos años antes de los sucesos protagonizados por Danaerys Targaryen y Snow. En ese libro se ahonda en los asuntos familiares de los Targaryen que acabaron precipitando la guerra civil que arrasó el continente cuando se enfrentaron los partidarios de la princesa Rhaenyra y los de su medio hermano Aegon. Ninguna sorpresa, por tanto, en relación con la historia que plantea la precuela. Otra cosa es, por otro lado, cómo será el tono del serial y si será capaz de reconducir el universo de Juego de Tronos hacia las tramas de intrigas y traiciones inesperadas con las que se ganó el respeto de los televidentes de todo el mundo.
¿Una precuela continuista?
A juzgar por las imágenes desveladas en los avances, La casa del dragón promete una historia de violencia de combustión lenta repleta de detalles. Los nombres de los showrunners Miguel Sapochnik y Ryan Condal nos ofrecen, además, algunas pistas sobre cuál puede ser el talante de la precuela. Sapochnik está detrás de algunos de los mejores capítulos de Juego de Tronos –“Casa Austera”, “La Batalla de los Bastardos”, “La Larga Noche”, “Las Campanas” y “Vientos de Invierno”, episodio final de la sexta temporada–, mientras que Condal, quien ha labrado su carrera como guionista y productor ejecutivo de filmes y seriales de fantasía, es el responsable del libreto de la serie, con la ayuda de R.R. Martin.
En una entrevista de octubre de 2021 en The Hollywood Reporter, Sapochnik confirmaba que La casa del dragón tendrá un tono propio, aunque no se distanciará demasiado del de Juego de Tronos. “Nadie va a intentar reinventar la rueda”, comentaba en esa entrevista. “La casa del dragón tiene su propio tono que evolucionará y emergerá a lo largo de la serie. Pero primero es importante presentar nuestros respetos y homenajear la serie original, que fue muy revolucionaria”.
Sin duda la experiencia de Sapochnik a las órdenes de David Benioff y D.B. Weiss en Juego de Tronos va a ser clave para ejercer de puente entre una serie y la otra, pero la intención del productor ejecutivo es que esta nueva ficción también aporte algo nuevo: “Esto es otra cosa, debería ser otra cosa. Es un equipo distinto, con gente diferente, con un tono diferente. Con suerte se verá como algo distinto, pero tendrá que ganárselo, no ocurrirá de la noche a la mañana”.
Por el momento, sabemos que La casa del dragón cuenta con la aprobación de George R.R. Martin, quien, a tenor de las palabras vertidas en su blog, ya ha podido ver buena parte de la serie y está encantado: “He visto los primeros cortes de nueve de los diez episodios y sigo impresionado. No puedo hablar de los efectos especiales pues muchos de ellos aún no están terminados, pero el acabado es estupendo, y la actuación, dirección y guion son de primera categoría”.
Del Rey Viserys a Mysaria: unos personajes con matices
“Estoy muy impresionado por el retrato del Rey Viserys en la serie, dándole una majestuosidad trágica que el Viserys de mi libro nunca alcanzó. Enhorabuena a Paddy, a Ryan Condal y a sus guionistas, y a Miguel Sapochnik y a los demás directores”, se puede leer en el blog de R.R. Martin en relación con qué es lo que más le ha impactado de La casa del dragón. Descubrir cómo serán en pantalla los personajes literarios es, a todas luces, uno de los aspectos que más expectación crea entre la comunidad de seguidores del universo de Canción de hielo y fuego, y las declaraciones del escritor, a quien sin lugar a duda se le da extraordinariamente bien perfilar los arcos de sus protagonistas, son de lo más prometedoras.
En La casa del dragón, Paddy Considine interpreta al Rey Viserys Targaryen, elegido por los señores de Poniente para suceder al Viejo Rey, Jaehaerys Targaryen, en el Gran Consejo de Harrenhal. En el libro está caracterizado como un hombre cálido, amable y decente, cuyo principal deseo es continuar el legado de su abuelo. Su muerte precipitará el conflicto de la dinastía cuando la Princesa Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy), primogénita de pura sangre valyria y jinete de dragón, y la Reina Alicent Hightower (Olivia Cooke) hija de Otto Hightower (Rhys Ifans), la Mano del Rey, y segunda esposa de Viserys, se enfrenten por los derechos sucesorios, ya que la Reina instigará para que su hijo Aegon (Tom Glynn-Carney) tomé el poder.
En la lucha no pueden estar en disputa dos ideas de feminidad poderosa más contrarias y, por ello, sugerentes. Si por una parte Rhaenyra fue designada heredera al Trono de Hierro pese a ser mujer, contradiciendo la normativa de Poniente, en el caso de Alicent no son pocos quienes ven en ella una más que digna sucesora de la Cersei Lannister más ambiciosa. Incluida la propia actriz. “Es un personaje muy complejo y la gente va a ver su peor lado”, comentaba en una entrevista para Collider el año pasado. El tercer vértice del triángulo conspirador lo conforma Daemon Targaryen (Matt Smith), tío de Rhaenyra, un guerrero incomparable y jinete de dragones, Daemon posee la verdadera sangre del dragón, aunque ha sido descartado de la sucesión por su sobrina.
El grueso de personajes secundarios que secundan la trama principal es igual o casi más interesante que los protagonistas, y sin duda su presencia determinará más de una vez el cauce de los acontecimientos. Algunos nombres a los que no habría que perder de vista son los siguientes: Lord Corlys Velaryon (Toussaint), apodado “La serpiente marina” pertenece a un linaje valyrio tan antiguo como el de la Casa Targaryen, aunque sus aventuras náuticas le han convertido en el marino más famoso en la historia de Westeros y de los más poderosos, ya que su fortuna es muchísimo mayor que la de los Lannister; Ser Criston Cole, apodado “El hacedor de reyes”, hijo del mayordomo del Señor de Refugio Negro y, por tanto, sin derecho a tierras ni a títulos, pero que llegará a Lord Comandante de la Guardia Real durante el mandato de Viserys; y, por último Mysaria (Sonoya Mizuno), esclava proveniente de Essos que acaba como consejera de Daemon Targaryen.
Cuántos de ellos llegarán vivos al final de la primera temporada, mucho antes de que estalle la mayor guerra de la historia de Poniente, es, en verdad, el único misterio de esta nueva entrega sobre el mundo de hielo y fuego. Porque la historia, insiste el tagline de la nueva serie, no recuerda la sangre, sino los nombres.