Ingredientes para cuatro personas
Elaboración
Para volar hasta la India sin hacer eternas colas he seleccionado la Nightingale que regalamos el pasado año. Esta variedad rica en CBD estuvo en el podio de su categoría en Spannabis 2017. Con ella elaboraremos la leche de coco que después salseará este riquísimo pollo.
Comenzaremos poniéndola a calentar al baño maría para evitar que hierva y pierda muchos terpenos. Cuando alcance unos setenta grados más o menos, incorporamos la hierba previamente pasada por el grinder, hacemos que se sumerja en su totalidad y esperamos unos veinte minutos. A continuación, la pasamos por un colador de tela o tamiz y la dejamos que se enfríe para que se asienten bien sus atributos y sabores. Con nuestra leche preparada ya podremos abordar la receta propiamente dicha.
La palabra curry viene del portugués caril, que se usaba para designar kari, que significa ‘salsa’ en tamil (zona, etnia y dialecto de la India). En Occidente, la usamos para englobar todos los platos asiáticos que llevan esa mezcla de especias. Dicha mezcla tiene muchas variantes dependiendo de su origen e ingredientes. Los hay amarillos, rojos o verdes, y todos suelen picar; desde algo picantes hasta incomibles para un paladar occidental. También se pueden encontrar en polvo, como una pasta o en salsa ya elaborada. En esta ocasión vamos a utilizar uno amarillo no muy picante llamado korma. Su origen es indio y es de sabor suave. Suele utilizarse con yogurt, nata o leche de coco.
Comenzaremos nuestro pollo limpiando bien las pechugas de grasa, piel y hueso y cortándolas en trozos de un par de centímetros de grosor. Reservamos. Continuamos lavando, pelando y cortando las verduras y la manzana en trozos del mismo tamaño que el pollo, aproximadamente. En una cazuela o sartén honda ponemos el aceite de oliva a calentar. Cuando esté bien caliente a fuego alto marcamos el pollo en pequeñas cantidades. Es decir, doramos por fuera no muchos trozos a la vez y retiramos y reservamos sin que lleguen a hacerse por dentro. A continuación vertemos las verduras y la manzana cortadas, salamos un poco y dejamos que suden (pierdan agua) y se doren a fuego medio. Cuando empiecen a dorarse añadimos el pollo, el curry, el coco deshidratado y los cacahuetes. Rehogamos tres minutos para abrir los aromas de las especias e incorporamos la leche de coco cannábica. Ponemos a punto de sal, dejamos que hierba cinco minutos y retiramos del fuego. A mí me gusta dejarlo reposar un poco o incluso comérmelo al día siguiente, cuando los sabores están más asentados. Pero si no se puede esperar después de oler sus aromas, se le puede hincar el diente ya. También aconsejo acompañarlo con arroz cocido; si es de la variedad basmati o jazmín, mejor que mejor.
Espero disfrutéis de este viaje curativo y volváis de él con las pilas cargadas y dispuestos a comeros el mundo.