Finalmente, la ONU ha reconocido que el mayor problema de la Guerra Contra las Drogas no son las drogas mismas sino las políticas prohibicionistas que ellos han legitimado a lo largo de 50 años.
Es un gran motivo de alegría constatar que esta declaración conllevará que centenares de miles de personas sean liberadas inmediatamente de la cárcel y que los gobiernos de todo el mundo compensarán económicamente a todas las personas y comunidades afectadas por la prohibición.
También, nos hacemos eco de la polémica que ha surgido en el seno de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD). Teniendo en cuenta que Torreal controla unos 20.000 km. de cultivo de cannabis en el Estado español, que su director no tuviera la decencia de rular porritos en condiciones a tan distinguido patronato nos parece motivo de cese inmediato.
Por último, dos sucesos relevantes en la órbita del PNSD. Con el cambio de gobierno han llegado aires de renovación a la lucha contra la droga en España. Tenemos la convicción de que la Mano de Dios será un excelente líder para acabar con las drogas en un plazo muy corto de tiempo, cometido que no logró su antecesor y al que han encontrado bastante desmejorado en un antro en el Raval de Barcelona. Se rumorea que Babín repetía to emparanoiao: “¡Di no a las drogas! ¡Que hay pocas y somos muchos!”
