Pasar al contenido principal

Dolor de cabeza mental

¿Nunca has tenido dolor de cabeza?, ¿te gustaría saber lo que se siente cuando te duele la cabeza? ¿Eres idiota? Hay muchos idiotas en el mundo: vivimos en un mundo idiota y todo el mundo lo sabe.

¿Nunca has tenido dolor de cabeza?, ¿te gustaría saber lo que se siente cuando te duele la cabeza? ¿Eres idiota? Hay muchos idiotas en el mundo: vivimos en un mundo idiota y todo el mundo lo sabe. Lo que no sabe tanta gente es que hay, repartidas por el mundo, un montón de asociaciones de idiotas que hacen cosas idiotas y estudian las idioteces de los demás y en South Carolina, en el pequeño pero vibrante condado de Dale, hay una agrupación de idiotas new age –su lema es Be idiot, my friend– que cada año concede una ristra de premios a las personas que han destacado por el tamaño de su idiotez. Al meollo del asunto: En 2014 le concedieron el premio de Idiota del Año en la categoría de Inexplicablemente Idiota a una mujer de Alabama que nunca había tenido dolor de cabeza –le habían puesto unas cuantas maquinitas en las sienes para verificarlo– y que dijo en un periódico local: “Siento que me he perdido algo”. ¿Quién puede desear un dolor de cabeza? A lo mejor tú. A lo mejor tú también eres idiota y sientes que te has perdido algo. En ese caso, deja de perder el tiempo y consíguete un auténtico y extraordinario dolor de cabeza. Lo primero que tienes que hacer es lo que haces siempre: llenar tu cabeza de niebla y empezar a fabricar humo, pero esta vez no vale cualquier cosa: columnas, círculos o nubes. Esta vez tienes que fabricar letras de humo, y cuando ya las tengas todas, tienes que apartar las que no te interesen a manotazos hasta quedarte con tres únicamente: La T, la H y la C. Manosea estas tres letritas durante un buen rato. ¿Notas algo? Manosea la T, acaricia su tronco nudoso y sensual. Hay jaquecas que duran días, semanas, meses y años, pero basta un segundo, una especie de biopsia de jaqueca, para que te hagas idea de cómo puede ser un dolor de cabeza. Manosea la H, hunde los deditos entre las dos hendiduras. Sácalos y vuélvelos a hundir. ¡Ah! Cuando tienes dolor de cabeza no existe en el mundo otra cosa que ese dolor de cabeza, y eso tiene la ventaja –lo explicaban los yonquis de Trainspotting– de que dejas de tener un montón de problemas para tener uno solo. Manosea la C, pasa el dorso de tu dedo índice por el interior de la curva de la C. Así. Ahora el otro dedo. ¡Ah, ah, ah! Cuando tienes dolor de cabeza hay un montón de cosas que antes te agobiaban y que ahora te importan una mierda. Sigue manoseando tus tres letritas como si fabricaras molletes de pan. Puedes montar una encima de la otra –como en los hierros de las ganaderías, como en los escudos de los equipos de fútbol– y luego desmontarlas y volverlas a montar, y así sucesivamente. ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh! Ahí lo tienes: tu dolor de cabeza ha llegado. De hecho, ya ha terminado. ¡Qué pasada! Aquella pobre idiota de Alabama no debería irse de este mundo sin conocerlo. ¿Qué te pensabas que era un dolor de cabeza?

Dolor de cabeza mental

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #231

Te puede interesar...

¿Te ha gustado este artículo y quieres saber más?
Aquí te dejamos una cata selecta de nuestros mejores contenidos relacionados:

Suscríbete a Cáñamo