Una feria en la frontera
Expogrow cumple con éxito cinco años
La feria que presume con razón de ser “mucho más que una feria de cannabis” se asienta ofreciendo el mejor espejo del sector. Una oportunidad para iniciados y recién llegados de ver lo más destacable de este mundo.
La feria que presume con razón de ser “mucho más que una feria de cannabis” se asienta ofreciendo el mejor espejo del sector. Una oportunidad para iniciados y recién llegados de ver lo más destacable de este mundo, de charlar con conocidos y desconocidos sin los agobios de otras ferias, de cultivar la mente en las conferencias del foro internacional, de mover el cuerpo en los conciertos o de llevarse a casa una réplica fraudulenta de la polla de Nacho Vidal.
“Veo muchos machos que quieren llevarse la polla de Nacho Vidal a su casa”, suena la voz amplificada del animador de la tómbola que han montado este año los de Alchimia en Expogrow. La tómbola no es una tómbola, sino una caseta de feria donde unos camellos de hojalata compiten alimentados por los puntos que consiguen los concursantes, la mayoría hombres, a fuerza de meter bolas en distintos hoyos con diferente puntuación. La polla rifada en la carrera no es una polla, sino un bong con forma de polla erecta asentada sobre un par de huevos de los que sobresale una cazoleta para poner la sustancia que se desee fumar. Se aspira, claro, por la punta. Algo muy burdo y raro en esta feria tan elegante, y sin mucho respeto por la verdad: el tamaño es como de un jarrón (obviamente bastante más monumental que el instrumento del famoso actor porno), y para mayor infidelidad a los hechos es de color negro.
Pienso en cuánta mentira hay en el mundo, y entretanto el camello de hojalata número 2, impulsado por una chica rubia con mucha pericia en eso de meter las bolas en los hoyos adecuados, llega a la meta. Me acerco a la sonriente ganadora con la intención de aclararle que su premio no es lo que dice ser, que Nacho Vidal es blanco y que debería denunciar a la empresa y también a Alchimia por publicidad engañosa; pero cuando me dispongo a hacerlo reparo en que ella tampoco es rubia natural sino de bote, y entonces pienso que qué más da, que también Nacho Vidal tiene derecho a teñirse de negro e incluso aumentar un par de tallas más su ya de por sí monumental polla blanca. Al fin y al cabo, los porreros siempre nos hemos movido con destreza entre la realidad y el deseo, pienso mientras me alejo por la explanada exterior de la feria aprovechando los primeros rayos de sol de este lluvioso fin de semana; es domingo y en unas horas termina la quinta edición de Expogrow, la feria del cannabis más interesante de España, por no decir de Francia.
Para los que nunca hayan estado, esta es una feria hecha a la medida del ser humano, ni grande ni pequeña, y con una programación paralela de conferencias, actividades y conciertos que hace que se te olvide la razón comercial que justifica un encuentro que este año ha necesitado un pabellón más para ubicar los 175 estands contratados. Quizá la mayor particularidad de esta feria es que se celebra en Irún, un lugar periférico, pero a un tiro de piedra de la frontera con Francia, uno de los países más restrictivos con el tema del cannabis.
Premios variados para variedades y gente singular
Es difícil ver, como se ve en Expogrow, a tantos franceses juntos fuera de su patria. ¡Y qué hachís más malo fuman! Yo creo que en esta feria es donde el contraste entre las mejores extracciones y el hachís más apaleado se hace más notorio. Basta mezclarse con el público de los conciertos y catar las vaharadas de humo que circulan, para darse cuenta de los efectos de la represión en el país vecino, entre otras cosas, que sus chavales y chavalas se envenenen con un terrible hachís de los que hace años no se ve por estos pagos. Nada que ver, claro, con las premiadas extracciones tamizadas en seco que han presentado este año la gente de Ripper Seeds, primer y tercer premio en la categoría de “extracciones sin disolvente”. Los de este banco de semillas están contentos, pues han ampliado su rebaño –el galardón es una oveja euskaldun– con tres galardones más a sumar a los otros cinco que acumulan de años anteriores. Y qué decir de la hierba de Exotic Seeds que ha ganado el premio a la mejor sativa con su Exotic Thai, y el primer y tercer premio en autoflorecientes, con la Monster Mash de su catálogo y con la Black Lemon que tienen en proceso y comercializarán próximamente.
Además de la Copa que premia las mejores variedades de los bancos de semillas, los Premios Expogrow respaldan la labor militante y comercial más destacable. Este año se han concedido dos premios honoríficos, uno a Derry de Barney’s Farm y otro a Henk de Vries, el empresario que en 1975 abrió The Bulldog, el primer coffee shop en el barrio rojo de Ámsterdam. Vaponic, que cumplía diez años con un nuevo modelo optimizado y de lujo de su vaporizador, fue galardonado con el premio al mejor producto de parafernalia cannábica.
Prueba del carácter fronterizo de Expogrow fue el premio a la mejor publicación que recayó en Mama Editions, una editorial francesa que solo cuenta con un título en español entre su selecto catálogo que abarca desde la vida en el campo al parto natural, pasando por la hidroponía, la marihuana medicinal o el chamanismo. “¿Qué tiene que ver el chamanismo con la marihuana?”, le pregunto a la editora, la mítica Michka: “El chamán es alguien que va al país de las almas y regresa con conocimientos sobre cómo curar a la gente. Y a muchas personas la marihuana les hace descubrir que hay otra realidad distinta a la cotidiana, conectada con ese país invisible donde están las almas”. Y continúa: “Yo fumo hierba sin tabaco casi todos los días. Con dos buenas caladas profundas me basta para conectar con mi intuición y mi imaginación, por eso cuando tengo una decisión importante, la marihuana me ayuda a elegir la mejor opción”.
Tomasito, Muchachito y otros muchos grupos de pelaje cannábico cantaron bajo la carpa ante un público entusiasmado. El viernes los presentes destacaron la energía de Biga Ranx y el sábado el triunfo fue sin duda para el Langui que, además de haber presentado en la feria su propia variedad terapéutica de semillas, la Langui Kush, hizo las delicias del respetable acompañado con una banda poderosa de músicos y coristas impensable hasta hace poco en la escena del hip hop español. El género estuvo también defendido por Zatu de SFDK, que presentó premios y también su propia variedad bautizada como Chizpa, comercializada por Positronic.
Thomas hace balance
Thomas Duchene, organizador de esta feria y dueño de Plantasur, una de las mayores distribuidoras del sector, es un francés afincado en Granada que no olvida la realidad del cannabis en su país natal. Le pregunto por la rentabilidad del proyecto y me asegura que, aunque pueda sonar demagógico, “nuestra motivación principal no ha sido económica, sino acabar con el tabú en Francia, y también en España, que ignora que la gente fuma y disfruta de la marihuana”. No ha sido fácil cumplir un lustro, pese a que en los dos últimos años hubo beneficios aún no se ha recuperado el dinero perdido en las primeras ediciones. Ahora, con la feria ya asentada y un público numeroso que desafía las tormentas la pregunta es si será posible seguir creciendo o si ya han tocado techo. Thomas dice que ya se verá.
Antes de que se me escape le pregunto si tendría futuro esta feria en Irún si la marihuana se legalizara en el país vecino. “Soy positivo: creo que hemos ganado muchas batallas e incluso que ganaremos la guerra, pero no será mañana, y aún quedan muchos años para que en Francia se pueda hacer una feria como esta. La legalización no dejará obsoleta a Expogrow, seguiremos creciendo adaptándonos a la realidad”. Que así sea.
Fotografías: Aitor Izaguirre, Expogrow