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La policía británica arresta a usuarios de cannabis medicinal legal pese a tener receta

El joven mostró a los agentes sus recetas de cannabis medicinal, pero hicieron caso omiso. 

Nathan Williams, un joven británico de 25 años, fue arrestado hace unos meses por la policía mientras recibía clases de conducir. La policía paró el coche y le solicitó una prueba de saliva al joven, pero este se negó a facilitarla porque es paciente de cannabis medicinal y le habían aconsejado que debía negarse a la prueba si la policía lo paraba conduciendo. Pese a mostrar los resguardos de sus recetas de cannabis legal, la policía no quiso atender a los justificantes y arrestó al joven.

La razón para negarse al análisis fue para evitar una condena automática por un positivo de THC al volante. Los agentes hicieron caso omiso de su receta de cannabis y lo llevaron a comisaría y allí le pidieron una prueba de sangre, a la que el joven volvió a negarse. En lugar de ser procesado por un positivo, el joven se enfrentó a un juicio por negarse al análisis de sangre.

Para enfrentar el juicio el joven acudió a un grupo de defensa para pacientes del cannabis llamado Seed Our Future que había ayudado a otros pacientes en casos similares. El día del juicio la fiscalía no compareció y el joven acabó salvándose por un tecnicismo legal. “La ley de circulación vial sólo permite que la policía solicite una prueba de sangre por dos motivos: por haber dado positivo en el test de carretera o por tener alguna incapacidad [para la conducción] según la opinión de un profesional de la salud. Ninguno de esos escenarios se aplicó al caso de Nathan y los cargos fueron desestimados”, explicó el abogado.

Más tarde la fiscalía intentó presentar un cargo contra el joven por negarse a hacer el test de carretera (el de la saliva), pero entonces el plazo para presentar nuevos cargos había concluido y los jueces dieron por cerrado el caso.

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