Que el cannabis siempre ha tenido una “publicidad” con tintes racistas es un hecho que salta a la vista. Partiendo de que una de las palabras con las que identificamos a nuestra planta favorita, “marijuana” (nosotros mantuvimos la “h” mientras que allí se cambió por “j”), fue utilizada por el gobierno de los EE.UU para asociar su consumo a los inmigrantes mexicanos que, supuestamente, la traían de contrabando desde su país. La marihuana era la “yerba de México”.
En su siempre encomiable labor, la Biblioteca más importante de los EE.UU está recopilando esta publicidad racista, a la que se puede acceder en su página oficial.
“Desde finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX, los periódicos informaron del temprano aumento de la marihuana (conocida hoy como marijuana)”, se puede leer en la Biblioteca del Congreso. “A la prensa estadounidense llegan noticias alarmantes sobre la amenaza de la marihuana. Los relatos de presuntas atrocidades alimentadas por la droga suelen estar vinclados a la propaganda anti mexicana ”.
Es el reefer madness, la droga que te vuelve loco y te lleva a cometer crímenes inenarrables. Era para muchos periódicos, literalmente, “la peligrosa yerba Mexicana” que estaba “enloqueciendo” a los americanos del norte. Se podía leer que los mexicanos habían prohibido la droga porque les volvía locos y les llevaba a un universo de violencia.
"Esta droga mortal es buscada por los soldados en el ejército", dice un artículo del New York Tribune de la época. “Se fuma como el tabaco y el consumidor pronto se vuelve loco. Se dice que la locura en el ejército ha aumentado mucho últimamente debido al uso de esta planta. Los efectos de los primeros cigarrillos son tan calmantes y agradables que el hábito se establece firmemente y el usuario del veneno casi sacrificará su vida para obtener un suministro de la droga".
Casi 100 años después la cosa está mucho mejor, claro está. En EE.UU están cerca de legalizar la planta (al menos algo más cerca), y la opinión sobre la yerba ha cambiado considerablemente. Sin embargo, la marihuana sigue asociándose con la inmigración y las minorías. Además, son estos colectivos los que sufren en mayor medida la persecución policial de la “guerra contra las drogas”. La marihuana sigue siendo un problema relacionado con el racismo.