Resulta que en Nebraska han metido en la papeleta de noviembre la posibilidad de legalizar el cannabis medicinal. Su actual gobernador, Pete Ricketts, no debe ser muy fan de la mandanga y está haciendo campaña para que la gente vote en contra. ¿Su argumento? Que la marihuana medicinal es una patraña.
Pese a que haya pruebas sólidas de que la marihuana tiene un efecto calmante y que el epidiolex (entre otros) se utiliza de manera eficaz en algunos casos de epilepsia, Ricketts insiste en los tópicos del cannabis, su ineficacia y que es algo perjudicial. Tal vez no sea tan buena como los defensores del cannabis apuntan pero algo tiene que tener cuando las autoridades médicas de los EE.UU han aprobado el uso de cannabis para el tratamiento de algunas condiciones en niños, como la mencionada epilepsia. Es decir, sí que existe. Pero Ricketts no pasa por ahí:
“No existe la marihuana medicinal”, dice Ricketts en una conferencia de prensa. “Esto no es algo que deba recetar un médico. No se distribuirá a través de una farmacia. Estos son dispensarios que estarían en sus comunidades... Esto no es algo benigno. Esto es algo peligroso”.
Después ha añadido que la gente se droga en el trabajo y pone a los demás en peligro. Lo cual es tan probable como las personas que van borrachas al trabajo. Sin embargo, no existe un “peligro” en ese sentido: no hay estadísticas que correlacionen un aumento en los accidentes laborales en los lugares donde se ha legalizado el cannabis en cualquiera de sus formas. Más bien al contrario. En fin, Ricketts con la vieja idea del reefer madness.
Obviamente, Ricketts se acordó de los niños, porque ¿quién no hace un discurso populista sin acordarse de los niños? “Sabemos que esto tiene un gran impacto en los niños, su desarrollo cognitivo, su desarrollo del cerebro se ve afectado cuando tienen acceso a la marihuana". Sí, es cierto que parece que la marihuana afecta al desarrollo cognitivo de los jóvenes, pero Ricketts tiene en contra que cuando se legaliza la maría desciende el consumo entre los jóvenes. ¿Será porque es legal y carece de sentido tomarla en esas condiciones?
Ricketts sigue siendo el típico Republicano con ideas muy anticuadas haciendo campaña anti-droga. Lo único interesante es que ahora las pruebas están en su contra y la mayor parte de los estadounidenses están a favor de la legalización o la despenalización del cannabis. El obsoleto aquí es Ricketts y su asesor de campaña debería darse cuenta.