La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que no se fiscalice el kratom, una planta psicoactiva de efectos estimulantes y analgésicos que se utiliza de forma tradicional en el sudeste asiáico. El último informe del Comité de Expertos en Drogodependencias de la OMS considera que no hay pruebas suficientes para recomendar la fiscalización del kratom y sus principios activos, y en su lugar recomienda ponerlo bajo la vigilancia de la Secretaría de la OMS.
El informe reconoce que la planta se usa para la automedicación en una variedad de trastornos y afirma que tanto el kratom como los alcaloides que contiene, la mitraginina y la 7-hidroximitraginina, producen algunos efectos similares a las sustancias opioides sometidas a fiscalización internacional. El comité considera probado que el kratom puede provocar síntomas de abstinencia cuando se deja de consumir tras un uso regular, pero también que existe una evidencia limitada de que las personas puedan desarrollar un consumo abusivo.
Tras examinar la información sobre el uso tradicional y la investigación de posibles aplicaciones médicas del kratom “el Comité concluyó que no hay pruebas suficientes para recomendar una revisión crítica del kratom”, dice el informe. “Con respecto a la mitraginina y la 7-hidroximitraginina, el Comité, a excepción de un miembro, también concluyó que no hay pruebas suficientes para recomendar una revisión crítica en este momento”, concluye.
Este verano Tailandia, uno de los países con un uso tradicional de esta planta, despenalizó el uso de kratom. Las intenciones del Gobierno son dar un paso más allá y regular otros aspectos de la planta. Según el ministro de Justicia, Somsak Thepsutin, el parlamento tailandés está trabajando en la elaboración de nuevas leyes para regular el cultivo y otras actividades con la planta.