La compañía Coca-Cola, fabricante del refresco comercial más famoso en la Tierra, produce cocaína como un subproducto derivado de la elaboración de su bebida desde hace más de un siglo. Y lo hace legalmente gracias a un acuerdo único con la Administración para el Control de Drogas (la DEA), uno que no tiene ninguna otra compañía de EE UU, y que le permite importar toneladas de hoja de coca y producir cientos o miles de kilos de cocaína que luego vende a un laboratorio.
El acuerdo comercial no es nuevo, sino que está vigente desde hace un siglo, pero los detalles siempre se han mantenido en secreto y sólo han surgido revelaciones cada varias décadas. La planta química que extrae, por un lado, el extracto de coca y, por otro, la cocaína, está situada en Maywood, Nueva Jersey, y cada año importa hasta 500 toneladas de hoja de coca desde Perú y Colombia en nombre de Coca-Cocal. La cifra exacta de toneladas no se conoce, pero el diario Daily Mail ha hecho esa estimación en base a las informaciones publicadas en los años 80 y en datos de hace algo más de una década de la Empresa Nacional de la Coca peruana.
Hace unos días el Daily Mail reveló que el laboratorio renovó el pasado 30 de enero su licencia exclusiva emitida por la DEA con la que importa la hoja de coca y produce cocaína en nombre de Coca-Cola. Este laboratorio luego vende la cocaína a la compañía farmacéutica Mallinckrodt, que a su vez comercializa clorhidrato de cocaína en lotes de 5 o 25 gramos para profesionales autorizados con permiso para operar con el compuesto dentro de EE UU.
La compañía Coca-Cola ha logrado esquivar todas las legislaciones antidrogas de EE UU e internacionales gracias a lograr un encaje entre las excepciones de las leyes. Esto ha sido así desde la ley Harrison de 1921 en EE UU, por la que se prohibió la importación de hojas de coca, pero en la que se incluyó una exención para la compañía Maywood Chemical Works, que era la encargada en ese momento de la importación y extracción de cocaína para Coca-Cola. Luego Maywood fue comprada por Stepan Chemicals, que es la hoy tiene la licencia para realizar las extracciones. Coca-cola también logró esquivar la Convención Única de Estupefacientes de la ONU de 1961 —que prohíbe los usos no medicinales del cannabis, el opio y la hoja de coca— gracias a una excepción especial en la que encaja perfectamente.