Detrás del chino mandarín, el español es la segunda lengua más hablada del mundo, con un total de 486 millones de personas. Si bien el idioma es el mismo en 21 países, existen diferentes formas para referirse a los mismos objetos en cada uno de ellos. Porro es una palabra común en todos los países que se comunican en español. Pero la comunidad de la planta ha desarrollado otras maneras de llamar al cigarrillo de la marihuana, tanto por la discreción que se debe tener en ciertos ámbitos, como por las propias prácticas de la jerga callejera. En España se lo conoce por canuto, mientras que en Argentina se le dice churro y en Colombia, bareto. Si alguien desea sumarse a una ronda para que le compartan una pitada de cannabis, es importante que sepa cómo se dice la parte final del enrolado para mantener la cordialidad. Como hay tantos nombres como países, a continuación, Cáñamo brinda un pequeño diccionario al respecto.
En España, la parte final del porro se la llama chusta. Si bien esta puede ser una manera de referirse al cigarrillo de marihuana entero, el uso de la palabra es más común para hablar sobre el último pedazo del porro clásicamente enrolado. Aunque aún no se sepa el origen de la palabra, chusta se encuentra definida por la Real Academia Española, que dice que “es un término coloquial que se refiere a la parte final de un cigarro que se deja sin fumar o se fuma con dificultad. También se la conoce como colilla o pava”. De esta última manera es como se la llama en Perú.
En otros lugares, la forma de referirse al objeto que posee las últimas pitadas del porro es más literal. Como en Colombia y Venezuela, donde lo llaman pata, simplemente porque es algo pequeño y lo último del cuerpo original del porro. También existen otros derivados, como patacon, patica o Patricia.
En Argentina, la última parte del porro se lo llama tuca y el origen de la palabra proviene de la lengua quechua que, hasta el día de hoy, hablan los pueblos originarios del norte del país. Tuca viene de la palabra tucu, que quiere decir “brillante”. Además, es una forma de referirse a los coleópteros, unos insectos similares a los escarabajos que poseen luminosidad en su abdomen. Tuca fue reconocida como válida por la Academia Argentina de Letras y también es posible escucharla en otros países como Uruguay y Chile, aunque en este último utilizan más comúnmente el término cola, por el mismo motivo que en Colombia y Venezuela lo llaman pata.