La policía del sur de Florida ha detenido a dos personas que se dedicaban a distribuir libros de la famosa saga del niño mago Harry Potter empapados en droga.
Se puede pensar lo que uno quiera de los delincuentes de este tipo, pero nadie puede negar que son mañosos e inventivos. Vamos, lo más parecido a lo que el neo capitalismo llama “emprendedores”.
Estas personas que se identificaron como Roy Kahn y Christopher Adams, mantenían el negocio viento a favor enviando estos libros a diferentes prisiones de los EE.UU. 145 prisioneros y 50 prisiones federales han recibido la literatura de J.K Rowling pero con un punto más de magia, durante un periodo de 3 años.
Parece ser que el niño mago Potter no era el único que iba cargado de droga sino que, según los detenidos, también han usado obituarios, panfletos, cartas falsas supuestamente mandadas por los abogados del preso o libros infantiles.
Fue, precisamente, una de las cartas falsas las que comenzaron a levantar las sospechas. Tras interceptar la carta y comenzar una investigación se determinó, por parte del laboratorio, que en su composición química estaba la heroína. En otras ocasiones los libros que enviaban estaban empapados de fentanilo o éxtasis.
Sin embargo, si alguien cree que esto es fácil se equivoca. Que un papel sea capaz de absorber las propiedades químicas y lisérgicas de estas drogas está lejos de ser cosa sencilla. Los dos detenidos reconocieron que compraban las drogas a unos proveedores chinos y después tuvieron que desarrollar técnicas específicas para convertirlas en un líquido eficaz y que pudieran infundir el papel.
Se cree que Khan y Adams pudieron haber enviado hasta un kilo de diferentes drogas por mes. Por otra parte, a estas dos personas se les acusa de trafico de personas por el sistema de distribución de sus productos.